Madre hispana acusada de matar a sus 3 hijos en West Hills pidió retrasar hasta agosto su audiencia ante la corte
La comparecencia de Ángela Flores ante la corte se pospuso para el 12 de agosto en el tribunal de Van Nuys; en una corte de menores, el joven que presuntamente es cómplice de la madre hispana, se declaró no culpable
Residencia de West Hills donde ocurrió la muerte de los 3 pequeños. Crédito: Ricardo López Juárez | Impremedia
La madre hispana acusada de matar a 3 de sus hijos durante el fin de semana del Día de las Madres acudió este miércoles por primera vez a una sala del tribunal en el juzgado de Van Nuys solo para pedir que se retrasara hasta agosto su audiencia ante la corte.
Ángela Dawn Flores, de 38 años, permaneció sentada en un rincón en el área de detención de los acusados lejos de la vista de las personas sentadas en la galería de la sala del tribunal solo para contestar afirmativamente la pregunta del juez David Yaroslovsky cuando le preguntó si deseaba retrasar su comparecencia ante la corte.
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Será hasta el 12 de agosto cuando la madre hispana presente su declaración de culpabilidad. El juez le mantuvo la fianza en $6 millones de dólares.
La presencia de Flores duró unos pocos minutos antes de que los alguaciles la escoltaran de regreso a una cárcel de mujeres en Lynwood.
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En una corte de menores, el adolescente de 16 años que se cree también es hijo de la mujer hispana y que según la policía fue cómplice de Flores, este miércoles se declaró no culpable, de acuerdo con la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles.
El joven regresará a la corte el 25 de mayo y permanecerá bajo custodia en Sylmar Juvenile Hall sin derecho a fianza.
A las 7:40 a.m. del domingo, fueron descubiertos los cuerpos de Natalie Flores, de 12 años;: Kevin Yáñez, de 10 años; y Nathan Yáñez, de 8 años, en un domicilio del bloque 22500 de Victory Boulevard, en West Hills.
La policía detuvo en la casa al adolescente y posteriormente fue arrestado.
La noche del sábado, Ángela Flores presentó un comportamiento inusual mientras caminaba con una Biblia y una veladora en las manos y diciendo que acababa de matar a sus hijos. Paramédicos llevaron a la mujer hispana a un hospital para una evaluación psicológica.
Investigadores del Departamento de Policía de Los Ángeles interrogaron a Flores la mañana del domingo y más tarde fue arrestada después de que ella admitió haber cometido los crímenes.
Recientemente, Flores y sus hijos se habían mudado al área de Los Ángeles procedentes de Kansas City, según los registros judiciales y de propiedad.
Días después de que los cuerpos de los 3 menores fueran descubiertos por la policía, se habían dado a conocer pocos detalles sobre la familia de Ángela Flores y lo que había sucedido antes de los crímenes.
Mike Vosogh, dueño de la casa de Victory Boulevard y que alquiló la propiedad a Flores, dijo en un comunicado a CBS que conoció a los 3 niños tres semanas antes de su muerte.
“Encuentro esto desgarrador, especialmente porque conocía a los niños pequeños e inocentes. Espero que las partes responsables reciban el castigo máximo disponible bajo la ley”, expresó Vosogh.
Hasta el momento se desconoce qué motivó a la mujer hispana a cambiar su residencia a Los Ángeles.
De acuerdo con registros públicos y a fotografías que Flores publicó en las redes sociales, anteriormente había trabajado como agente de bienes raíces y para una empresa de promoción de eventos en Kansas City.
De acuerdo con registro judiciales en Kansas City, la hispana se hacía llamar Ángela Medina-Corona. Su exmarido solicitó el divorcio en 2005.
El exesposo de Ángela, Jacob Corona, declaró a Los Ángeles Times que la mujer le había llamado una semana antes de los crímenes para hablar sobre religión.
Federico Yáñez-Saldívar, padre de Kevin y Nathan y quien reside fuera de California, en un comunicado solicitó privacidad mientras la familia lamentaba los hechos.
Los administradores de la escuela Ivy Academia en West Hills confirmaron que dos de los niños fallecidos estaban entre sus estudiantes.
En un correo electrónico dirigidos a los padres y al personal de la escuela, el director ejecutivo Joe Herzog dijo que las muertes de Kevin y Nathan fueron desgarradoras e impactantes.
“Dos de nuestros estudiantes, hermanos, murieron el pasado fin de semana en su casa. Si bien no podemos hablar sobre la precisión de ninguno de los informes, la pérdida de nuestros estudiantes y amigos es devastadora.
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