Padres que torturaron y asesinaron a su hijo en Montana son sentenciados a 100 años de prisión
Los acusados hablaron a emergencias cuando vieron que el niño no respondía, pero luego de una investigación descubrieron las torturas por las que pasó el pequeño de 5 años antes de matarlo
Emilio Emmanuel Renova y Stephanie Grace Byington recibieron condena y no tendrán libertad condicional. Crédito: Oficina del Sheriff del Condado de Cascade | Cortesía
Una jueza del condado de Cascade sentenció a Emilio Emmanuel Renova y Stephanie Grace Byington a 100 años de prisión sin libertad condicional por el homicidio deliberado de Antonio “Tony” Renova de 5 años.
Un tercer cómplice del atroz accidente quien es amigo del matrimonio, Racso James Birdtail recibió cinco años de prisión por agresión a un menor, además 10 años más por manipulación de pruebas.
Según la declaración jurada de Emilio Renova, el 20 de noviembre de 2019, Stephanie Byington llamó al 911 para informar que su hijo no respiraba, los operadores la convencieron de realizarle RCP al niño, pero ella les indicó que estaba sangrando.
Los oficiales de Great Falls llegaron al lugar y encontraron que el niño no respondía y sangraba por la nariz y la boca. Las autoridades detallaron que el niño presentaba materia cerebral en su ropa y se veía embarrada la pared.
Los oficiales revisaron el apartamento y descubrieron sangre en el baño, incluso dentro de la bañera, también notaron que Tony estaba cubierto de moretones y que sus piernas parecían estar fracturadas.
Los agentes explicaron que la madre estaba angustiada, pero el papá reaccionaba de manera tranquila. Además, durante su investigación vieron al tercer sospechoso que caminando hacia un contenedor de basura exterior con bolsas.
El oficial encontró un trapo ensangrentado dentro de la basura. Durante el interrogatorio el hombre dijo que los padres habían golpeado al menor de edad y lo habían castigado haciéndolo sostener botellas pesadas sobre su cabeza.
Después de revisar al niño descubrieron que la supuesta materia cerebral era pegamento que habían usado para cerrar una laceración anterior en la cabeza del menor de edad. Conforme se llevó a cabo toda la investigación resultó que el niño había sido torturado durante mucho tiempo a manos de sus padres.
Tony había estado en una casa con padres adoptivos, cuando fue entregado a sus padres biológicos el niño tenía un peso normal de 44 libras, tras ser asesinado tenía 13 libras menos.
La jueza del condado de Cascade, Elizabeth Best, quien quedó sorprendida con la actitud de ambos padres, no dudó en imponerles el castigo máximo y al finalizar la audiencia se dirigió a la pareja.
“Estos padres, cuyo deber era solo protegerlo, amarlo y cuidarlo, fueron en cambio sus atormentadores y asesinos. Solo el castigo más severo para ellos es apropiado”, puntualizó.
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