Jóvenes gay son dos veces más propensos a tener problemas de sueño que los heterosexuales: estudio
Mayor depresión, el estrés y los conflictos familiares contribuyen a los problemas de sueño de los jóvenes LGB
Problemas emocionales y familiares pueden llevar a jóvenes lesbianas, gays y bisexuales (LGB) a tener mayores posibilidades de reportar problemas para conciliar el sueño o mantenerse dormidos.
Un nuevo estudio nacional, publicado en LGBT Health, encuentra que los jóvenes lesbianas, gays y bisexuales (LGB) son dos veces más propensos a reportar problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido que sus compañeros heterosexuales.
Mayor depresión, el estrés y los conflictos familiares contribuyen a los problemas de sueño de los jóvenes LGB, reporta el estudio que analizó a miles de jóvenes identificados con esas preferencias sexuales.
“Los jóvenes que se identifican como lesbianas, gays o bisexuales pueden sufrir discriminación y actitudes negativas debido a su orientación sexual. Estas experiencias pueden hacer que sea más difícil para ellos conseguir una buena noche de sueño”, dice el autor principal, Jason Nagata, MD, profesor asistente de pediatría en la Universidad de California en San Francisco.
“Las dificultades para llevarse bien con la familia, sentirse triste y desesperanzado, y estar bajo mucha presión podrían dificultar que los jóvenes lesbianas, gays y bisexuales duerman bien”, agrega el especialista.
Los detalles del estudio
Para realizar la investigación, los científicos analizaron los datos de 8,563 jóvenes de 10 a 14 años que forman parte del Adolescent Brain Cognitive Development Study, el mayor estudio a largo plazo sobre el desarrollo del cerebro y la salud infantil en los Estados Unidos. Los datos se recopilaron entre 2018 y 2020.
Los jóvenes y sus padres respondieron preguntas sobre sus hábitos de sueño y se preguntó a los jóvenes sobre su orientación sexual. Los jóvenes que cuestionaban su sexualidad (por ejemplo, que respondieron “tal vez” a ser gay, lesbiana o bisexual) también tenían un mayor riesgo de problemas de sueño en comparación con sus compañeros heterosexuales.
“Las familias deben proporcionar apoyo estando presentes y fomentando la exploración de los jóvenes de su identidad y el desarrollo de un sentido de sí mismos”, dijo el coautor, Kyle T. Ganson, PhD, profesor asistente de la Facultad de Trabajo Social Factor-Inwentash de la Universidad de Toronto.
“El desarrollo adolescente es una época difícil para muchos, dadas las presiones sociales y los cambios físicos, psicológicos y emocionales que se producen. Comprender este proceso y estar presente para apoyarlo es crucial para obtener resultados positivos para la salud”, agrega.
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