Ozempic podría frenar antojos por el alcohol, cigarrillos y hasta los juegos: lo que debes saber

Experimentos practicados en ratones revelaron que el medicamento Ozempic no solo hace que las personas pierdan peso, sino que a su vez ayuda a controlar las conductas adictivas como el consumo de alcohol y de cigarrillos.

Esa es la conclusión a la que llegaron los científicos que también analizaron cientos de informes anecdóticos, los pacientes a los que se les recetó semiglutida (el ingrediente activo del medicamento) disminuyó gradualmente este tipo de comportamientos.

Las investigaciones apuntan a que no solo regula el azúcar en la sangre o hace que la persona se sienta satisfecha rápidamente, sino que puede controlar la vía de recompensa del cerebro. Regularmente cuando sucede algo bueno la dopamina inunda el órgano y te impulsa a repetir la conducta, como morder una galleta te alienta a comer más.

Aparentemente, Ozempic puede regular conductas inofensivas como comerse las uñas, hasta otras más complicadas como los gastos impulsivos y juegos de azar potencialmente ruinosos. El uso de este medicamento para cambiar este tipo de comportamientos podría revolucionar los tratamientos, ya que los que existen actualmente no logran prevenir las recaídas a largo plazo.

 “Exactamente los mismos circuitos cerebrales que regulan nuestra ingesta de alimentos también desempeñan un papel en nuestras conductas adictivas”, dijo el doctor Chris Palmer a Daily Mail. Por lo que los medicamentos que imitan la hormona GLP-1, producida por el intestino en respuesta a la comida, podrían disminuir la respuesta del cerebro a estímulos gratificantes.

Testimonios y datos sobre estos efectos de Ozempic

Henry Webb, un paciente de Carolina del Norte al que le recetaron semaglutida, indicó que después de dos meses de tratamiento redujo el par de copas que tomaba siempre en la noche. Stacie Rice, de 40 años, indicó que sus dulces favoritos ahora le parecen repulsivos. 

Mientras que Jamel Corona de Chicago indicó que pasó de beber una copa de vino después del trabajo a peder su tolerancia a las bebidas alcohólicas. Otro paciente al que le recetaron Ozempic indicó que su adicción al juego fue disminuyendo gradualmente. Apuntó que la idea de apostar le comenzó a parecer “estúpida” y una “pérdida de tiempo”.

Aunque no todos los pacientes reportan estos efectos, despertó el interés en los investigadores quienes no tardaron en comenzar a experimentar con ratones para demostrar sus efectos. Y es que casi 30 millones de estadounidenses luchan contra el alcoholismo y 24 millones más son adictos a la nicotina, por lo que podrían beneficiarse de la semaglutida.

Un informe de 2023 en la revista  Psychopharmacology indicó que las ratas adictas a la nicotina redujeron su interés por ella cuando les administraron liraglutida, un fármaco agonista del receptor GLP-1. 

Otro estudio publicado en JCI Insight este mismo año probó como diferentes cantidades de semaglutida afectaron la forma en que ratones bebían alcohol en exceso. Las inyecciones de este principio activo hicieron que redujeran su consumo tanto de alcohol como de bebidas azucaradas.

Por su parte, una investigación publicada en la revista eBioMedicine analizó los efectos de los imitadores de la hormona GLP-1 con el tiempo. Después de una semana privando a las ratas alcohólicas de la bebida para aumentar los antojos, los animales bebieron mucho menos. Así los científicos demostraron el potencial del medicamento para el tratamiento del alcoholismo, sobre todo para evitar las recaídas.

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