Tres hispanos son arrestados en relación con una red de narcotráfico en el Valle de San Fernando
Efrén Meraz Jr., Max Román-Betancourt y Esteban Armas fueron puestos bajo custodia por presuntamente ser parte de una red de distribución de droga; los agentes aseguraron narcóticos valuados en $1 millón de dólares
Los hispanos arrestados presuntamente formaban parte de una red de narcotráfico. Crédito: MARVIN RECINOS | AFP / Getty Images
Tres hispanos fueron arrestados por su presunta relación con una red de narcotráfico que distribuía droga en el Valle de San Fernando, informaron las autoridades.
Efrén Meraz Jr., de 35 años y residente de Sylmar; Max Román-Betancourt, de 41 años, de Sunland, y Esteban Armas, de 36 años y residente de Panorama City, fueron detenidos junto con Giselle Buraye, de 23 años y residente de Van Nuys, fueron detenidos esta semana durante un operativo que desmanteló una red de drogas.
Se esperaba que los cuatro sospechosos serían procesados esta semana en un tribunal federal de Los Ángeles.
Durante las órdenes de registro, ejecutadas en cinco lugares distintos, las autoridades federales y locales incautaron 44 libras de metanfetamina, 128 libras de cocaína y 6.6 libras de fentanilo, droga valuada en $1 millón de dólares.
Además de los narcóticos, los oficiales también confiscaron $300,000 dólares en efectivo y 16 armas de fuego.
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Este martes, un gran jurado federal presentó una acusación formal de 15 cargos que señala a 7 sospechosos acusados de conspiración y otros cargos.
“Reducir los delitos violentos en nuestra comunidad y en todo nuestro país es la prioridad de la ATF”, dijo Christopher Bombardiere, agente especial a cargo de la División de Campo en Los Ángeles de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en un comunicado de prensa.
Las autoridades dijeron que este caso es muestra de la importancia de mantener relaciones estrechas entre las distintas agencias policiales para mantener seguras las comunidades, así como para frenar el flujo ilegal y peligroso de las drogas de esta red de narcotráfico y que el Valle de San Fernando sea más seguro.
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Los arrestos forman parte de una investigación de tres años efectuada por varias agencias policiales federales y locales.
Como resultado de las órdenes de ejecución, los agentes confiscaron las 44 libras de metanfetamina, las 128 libras de cocaína y las 6.6 libras de fentanilo en polvo y 16 armas de fuego.
Previamente, de los siete acusados por el Gran Jurado, las autoridades habían arrestado a otros dos sospechosos, uno de ellos hispano.
Óscar Alejandro Meléndez, quien usaba los alias de Ozzy y Oz, de 50 años y residente de Van Nuys, fue arrestado por agentes especiales de la División de Campo de la ATF el 18 de enero, junto con Sarkis Kyurkchian, de 40 años y de North Hollywood.
De acuerdo con la acusación, Buraye, Meraz y Meléndez encabezaban la red de narcotráfico obteniendo pastillas de fentanilo, metanfetamina y cocaína.
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Los tres, junto con Kyurkchian, proporcionó las drogas a Robert Lavilette, de 68 años y residente de Ventura, así como a Román-Betancourt, quienes estaban a cargo de vender la mercancía en las calles, según los fiscales.
Supuestamente, Esteban Armas almacenaba la droga, mientras que Buraye y Meléndez también ofrecían los narcóticos a los clientes.
Todos los sospechosos fueron acusados de conspiración por posesión de droga con la intensión de distribuir sustancias controladas.
Buraye también está acusada de posesión e intención de distribuir metanfetamina, posesión en intención de distribuir fentanilo y por distribución de fentanilo. Según los documentos fiscales, Giselle vendió más de 700 pastillas de fentanilo en compras controladas.
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El 14 de abril de 2021, Meléndez y Buraye presuntamente vendieron cerca de 1,000 pastillas de fentanilo, por lo que fueron acusados de complicidad y distribución de fentanilo.
“Las drogas poderosamente adictivas como el fentanilo y la metanfetamina devastan familias y comunidades”, declaró el fiscal federal en Los Ángeles, Martín Estrada.
“Con estas acusaciones, hemos desmantelado una organización narcotraficante que anteponía las ganancias a la vida de las personas. Continuaremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para asegurarnos de que cada residente tenga la oportunidad de vivir con seguridad”, agregó Estrada.
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