Cortisol: todo lo que debes saber sobre la hórmona del estrés
Un nuevo estudio desmitifica la idea de la "fatiga suprarrenal", sugiriendo que es un mito. Los expertos enfatizan la importancia de abordar el estrés con modificaciones en el estilo de vida para promover el bienestar general
En el constante flujo de información sobre salud en Internet, es fácil verse abrumado por la idea de que nuestros niveles de cortisol, conocido como la “hormona del estrés”, pueden estar desequilibrados. Sin embargo, un nuevo estudio desafía esta noción, arrojando luz sobre la compleja relación entre el estrés y el cortisol en el cuerpo humano.
El cortisol, una potencia física secretada por las glándulas suprarrenales, desempeña un papel vital en la regulación del metabolismo, el sueño, la función inmune y la respuesta al estrés. Sin embargo, su asociación con problemas de salud como la “fatiga suprarrenal” ha sido objeto de debate en la comunidad médica.
Según la Dra. Anat Ben-Shlomo, endocrinóloga y profesora asociada de medicina en Cedars-Sinai, “Honestamente, no podemos prescindir de él”. El cortisol es esencial para ayudar al cuerpo a enfrentar el estrés y mantener la homeostasis.
A pesar de su importancia, los trastornos asociados con niveles alterados de cortisol, como el síndrome de Cushing y la enfermedad de Addison, son considerados raros por los expertos. Los diagnósticos erróneos son comunes debido a la superposición de síntomas con otras condiciones de salud.
En cuanto a la tan mencionada “fatiga suprarrenal”, los expertos la consideran un mito. Aunque algunos gurús de la salud de Internet sugieren que el estrés prolongado puede agotar las glándulas suprarrenales y causar una disminución en la producción de cortisol, investigaciones recientes sugieren lo contrario.
Un estudio realizado en 2016 y revisado por la literatura científica sugiere que la “fatiga suprarrenal” no es una condición médica legítima. La profesora de endocrinología Anne Cappola, de la Universidad de Pensilvania, enfatiza que se necesita un insulto significativo para afectar la función de las glándulas suprarrenales, que tienen una capacidad de redundancia incorporada.
Aunque los problemas de cortisol son raros, el estrés crónico sigue siendo una preocupación legítima para la salud. Numerosos estudios han demostrado la asociación entre altos niveles de estrés y una variedad de condiciones de salud adversas, desde trastornos del estado de ánimo hasta enfermedades cardiovasculares.
La Dra. Ben-Shlomo y sus colegas sugieren que, en lugar de preocuparse por la “fatiga suprarrenal”, es crucial abordar el estrés mediante modificaciones en el estilo de vida. Recomiendan el ejercicio regular, una dieta saludable, la meditación o la atención plena, y asegurar un sueño adecuado como estrategias efectivas para reducir los efectos negativos del estrés en el cuerpo.
“El estrés es algo malo”, afirma la Dra. Ben-Shlomo. “Eso ha quedado demostrado más allá de toda duda”. En lugar de centrarse en el mito de la “fatiga suprarrenal”, es hora de adoptar enfoques saludables para manejar el estrés y promover el bienestar general.
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