Carlos Alcaraz vence a Jannik Sinner por tercera vez consecutiva y se corona en el Abierto de China
El español se ha convertido en un muro para el italiano y, un año después de su última derrota con él, cobró revancha en el torneo y alzó el título en Shanghái
En el partido más largo de la historia del Abierto de China, el número uno y el número tres del mundo en el ranking de la ATP se midieron en la final del torneo asiático con saldo favorable para Carlos Alcaraz, quien venció por tercera ocasión consecutiva a Jannik Sinner.
Después de caer ante el italiano el 3 de octubre del 2023 en la semifinal del Abierto de China del año pasado, Alcaraz cobró revancha y venció al mejor del mundo en la final del 2024, con lo que ratificó su superioridad tras derrotarlo antes en la semifinal de Indian Wells y en la misma instancia en el Abierto de Francia.
El de este miércoles fue un duelo parejo que terminó (6)6-7, 6-4 y 7-6(3) a favor del murciano, quien consiguió su cuarto título ATP de la temporada, pero tuvo que emplearse a fondo en un duelo que se extendió a 3 horas y 21 minutos de intercambios en la pista central del complejo tenístico de la capital del gigante asiático.
A pesar de dos primeros reveses a la red en el juego inicial cuando defendía su saque, el principio lo dominó el murciano, pero no conseguía abrir con rotura su turno al resto, con tres bolas de ‘break’, porque enfrente tenía a un número uno mundial que no planeaba rendirse.
El italiano, cuando podía, obligaba a Alcaraz a moverse por el fondo de la pista y se mostraba agresivo en la red, pero el próximo número dos del ranking, en estado de gracia, alcanzaba todo y devolvía por espacios imposibles, con una fortuna, que él mismo admitió, otras veces le es contraria.
La primera rotura llegaría en un cuarto juego que evidenció los problemas al revés de Sinner, que veía que para aquellas bolas que no mandaba fuera o a la red, el de El Palmar se las daba de vuelta de tal manera que la devolución se complicaba.
Sin embargo, el transalpino, tras un séptimo juego al resto en blanco, y defender su servicio, consiguió un quiebre justo cuando el tenista español se disponía a cerrar el set, y empató seguidamente la manga tras un golpe de derecha errático de Alcaraz.
Los aficionados de Sinner en las gradas del ‘Diamante pekinés’ se despertaron ante la remontada de su tenista, pero el pupilo de Juan Carlos Ferrero inmediatamente apagó los murmullos con un contundente 40-0, contrarrestado por el italiano que salvó incluso una bola de set.
En el ‘tie break, las dos raquetas mostraron todo su repertorio, para bien, con subidas a la red, golpes imposibles y dejadas perfectas, y para mal, con errores para ambos lados, pero que al final perjudicaron a Alcaraz, que acabó cediendo el desempate, a pesar de haber tenido una bola para llevárselo.
La segunda manga empezó con la calma que puede permitirse una final, con ambos tenistas seguros al saque, con ‘aces’ incluidos, intercambiándose bolas y juegos en blanco.
Sin embargo, en el sexto, y sobre todo, séptimo juego, se desataron las hostilidades, con dos bolas de rotura incluidas para Alcaraz, pero que Sinner no quiso otorgar.
Y aun así, palidecen en comparación con el octavo, de más de 11 minutos, en el que el español empezó contra las cuerdas tras un globo del transalpino que le obligó a lo imposible, y acabó, tras salvar dos bolas de ‘break’ y realizar jugadas de bella impronta que levantaron al público de sus asientos, con dos contundentes ‘ace’.
Una exhibición que le sirvió de inercia perfecta para seguidamente romperle el servicio a su rival de la noche y endosarle un perfecto 40-0 que le dio la suficiente confianza para reclamarle a las gradas, vía característico gesto mostrando la oreja, varias veces la ovación.
Porque el ‘estado de gracia’, como describió el ruso Daniil Medvedev la situación actual de Alcaraz, una vez engrasado, permite comenzar el último parcial con otro juego en blanco a su favor y una primera rotura para el murciano.
Aunque si alguien puede hacer frente a ese estado, es el número uno de la clasificación ATP, capaz de salvar dos bolas de quiebre y prender un run run en el graderío chino, convertido en torrente cuando en el octavo juego aprovechó una de sus tres oportunidades de ‘break’ para igualar 4-4.
Con 5 y 40 iguales, las dos raquetas se intercambiaron bolas y ventajas, pero Alcaraz estrelló un golpe de derecha ganador contra la malla que dio una vida extra a Sinner, y que llevó irremediablemente el choque al segundo desempate de la noche.
Un nuevo ‘tie break’, que bien podría ser un set de por sí, con un inicio contundente del italiano, que llegó a colocarse 3-0, pero que no pudo contener a un, en tierras asiáticas tifón murciano, que encadenó siete puntos seguidos para convertirse en el nuevo emperador español de China, sustituyendo a Rafael Nadal, vencedor en la edición de 2017.
“Jannik pudo haber ganado”: Alcaraz reconoció el esfuerzo del italiano
Poco después del juego, ya con las pulsaciones de regreso a la normalidad, el tenista murciano reconoció que fue un juego muy complicado en el que por momentos sentía que se le iría la victoria, aunque se dijo orgulloso de haber encontrado la manera de resolver a su favor el partido.
“Jannik pudo haber ganado; yo también tuve mis oportunidades, pero no las aproveché. Estoy muy contento de cómo manejé esos momentos complicados”, expresó refiriéndose a los puntos decisivos en el primer y último set.
Sobre la duración del partido y la pelea de cada punto, el español señaló que eso es bueno para los espectadores, porque estas batallas casi épicas son las que atraen a más aficionados a las canchas.
“Estos partidos intensos, con puntos largos e intercambios cerrados, hacen que la gente disfrute y se sienta más atraída al tenis”, concluyó el nuevo monarca del Abierto de China.
*Con información de EFE.
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