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Sexto ataque de EE.UU. en El Caribe fue contra un narcosubmarino y serían dos los sobrevivientes

El presidente Donald Trump confirmó que el sexto ataque fue contra un “submarino cargado de drogas” y no eran personas inocentes

Buque militar

Al parecer dos personas fueron rescatadas por helicópteros de la Marina estadounidense y trasladadas a un buque militar. Crédito: U.S. Navy | AP

Las fuerzas militares de Estados Unidos podrían tener bajo resguardo a dos sobrevivientes del ataque a una embarcación supuestamente vinculada al narcotráfico frente a la costa de Venezuela, en una operación que marca un giro en la creciente ofensiva estadounidense en el Caribe contra lo que la Administración Trump califica como “narcoterrorismo” procedente del país sudamericano.

El ataque, el sexto desde septiembre, fue confirmado por el presidente Donald Trump luego de un encuentro en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky. Según declaró a la prensa, se trató de un “submarino cargado de drogas”, diseñado específicamente para el transporte ilícito de estupefacientes. “No era un grupo de personas inocentes. No conozco a mucha gente que tenga submarinos”, afirmó, sin presentar pruebas.

De acuerdo con fuentes citadas por Reuters, AP y NBC News, el objetivo del ataque fue una embarcación sumergible o semisumergible, comúnmente utilizada por organizaciones criminales para eludir la detección marítima. Al menos una persona murió en la operación, mientras que otras dos habrían sido rescatadas por helicópteros de la Marina estadounidense y trasladadas a un buque militar, donde permanecen bajo custodia. Se desconoce su estado de salud y la situación legal a la que se enfrentarán.

La operación se enmarca en una serie de ataques no anunciados oficialmente por la Casa Blanca ni por el Pentágono, que han dejado hasta ahora al menos 28, todos supuestos miembros de cárteles del narcotráfico. Hasta este último episodio, no se habían reportado sobrevivientes.

En las últimas semanas, Washington ha desplegado destructores con misiles guiados, aviones F-35, un submarino nuclear y unos 6,500 efectivos en el mar Caribe, en lo que ha denominado una ofensiva contra bandas criminales venezolanas como el Tren de Aragua y el Cártel de los Soles, ambas catalogadas como organizaciones terroristas por el Departamento de Estado.

Los ataques —según el gobierno— se producen en aguas internacionales y forman parte de un esfuerzo por frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos. Sin embargo, críticos dentro y fuera del Congreso han cuestionado la legalidad de estas acciones, que no han sido autorizadas por el Legislativo bajo la Ley de Poderes de Guerra de 1973.

¿Prisioneros de guerra o delincuentes?

El caso de los dos sobrevivientes abre una interrogante legal sin precedentes en esta campaña: ¿serán tratados como prisioneros de guerra o como acusados en el sistema judicial federal?

La Administración Trump ha definido a los presuntos traficantes como “combatientes armados” en una guerra no convencional, lo que ha generado preocupación entre juristas y legisladores sobre el respeto a los derechos humanos y las normas internacionales, según informó NBC News.

“Desde hace semanas hemos dicho que estamos en guerra contra estas organizaciones criminales. Y vamos a impedir que sigan usando el mar, la tierra o el aire para traer drogas”, declaró Trump desde el Despacho Oval, donde también reveló haber autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela.

Reacciones en el Congreso

La ofensiva militar ha sido objeto de críticas bipartidistas en el Congreso estadounidense. Aunque el Senado intentó limitar la duración de las operaciones sin aprobación legislativa, la propuesta no logró avanzar. Algunos senadores demócratas han exigido mayor transparencia sobre los objetivos y fundamentos legales de la campaña.

Organizaciones de derechos humanos y expertos en derecho internacional advierten que la clasificación unilateral de sospechosos como “combatientes” y su ejecución sin juicio puede violar las convenciones de Ginebra y otros tratados internacionales.

Por ahora, la Casa Blanca mantiene su estrategia y ha dejado entrever que podrían ejecutarse nuevas operaciones en territorio venezolano. “Vamos a detener la droga por mar y por tierra”, prometió Trump esta semana.

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