Aseguran que la Santa Espina de Cristo cambió de color durante la pandemia
Un obispo italiano aseguró que la Santa Espina, que presuntamente perteneció a la corona de espinas de Cristo, cambió de color durante la reciente pandemia de coronavirus. El Monseñor Luigi Mansi afirmó que la reliquia, que se encuentra resguardada en la catedral de Andria, en Italia, se tornó más clara de lo habitual.
Los hechos sucedieron durante los primeros días de la Semana Santa cuando el obispo decidió llevar la Santa Espina a la capilla privada del episcopado, donde se celebra a diario la Santa Misa, según informó la Diócesis de Andria.
“A partir de los primeros días de la Semana Santa, observando el estado de la Reliquia, noté que mostraba un color diferente al habitual y, en particular, que se estaba volviendo algo más claro”, comentó Luigi Mansi en declaraciones reseñadas por el portal Church Pop.
Por este motivo, dijo que invitó a los doctores Antonio Riezzo y Silvana Campanile, quienes viven cerca del episcopado y en el 2016 formaron parte de la Comisión Médico-Científica Especial, a observar el acontecimiento.
La reliquia de la Santa Espina se encuentra en la catedral de Andria desde el año 1308 y consiste en una de las espinas que se cree formaron parte de la corona que le fue colocada a Jesús en la cabeza.
Según la tradición, esta reliquia cambia su apariencia en los años en los que el 25 de marzo, día de la solemnidad de la Asunción de Cristo, coincide con el Viernes Santo. Anteriormente, había registrado la licuefacción de gotas de sangre, la reactivación de las manchas de sangre, la aparición de crecimientos plateados e incluso floración inesperada, según la Arquidiócesis de Andria.
Significado de la Santa Espina
El obispo comentó que ya había pasado algo similar en 2005 y 2016 cuando coincidieron las fechas de las celebraciones. La coincidencia del 25 de marzo con el Viernes Santo representa que Cristo es la luz que viene a iluminar al mundo, pero también que es el cordero inmolado que redime a la humanidad.
Sin embargo, esta vez no ocurrió en un año en que coincidieran estas fechas, sino que sucedió súbitamente en el día en que se celebra la Pasión de Cristo.
El Monseñor Mansi se explica este acontecimiento por la necesidad de Jesús de darnos un mensaje en estos momentos de sufrimiento y enfermedad.
“Creo que el Señor quería decirnos que su pasión continúa en el dolor de muchos hombres y mujeres de todo el mundo. Pero también que esta pasión, como la tuya, aunque dolorosa, es una penúltima palabra, porque la última es siempre una palabra de vida y esperanza. Es la palabra de Pascua, de la resurrección, de la victoria de Cristo sobre la muerte y de la redención de toda la humanidad”, comentó.
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