La meditación es útil para purificar el alma: Aprende cómo hacerlo
A través de la meditación podemos orientar a nuestra mente hacia los pensamientos positivos y sanar el alma
Meditar es una actividad que sirve para inducir a nuestra mente a un estado de conciencia pacífico, por lo que favorece a las emociones y pensamientos positivos. A través de la meditación podemos purificar el alma que se ve dañada por los aspectos negativos que invaden nuestros pensamientos y limitan el crecimiento espiritual.
Los especialistas recomiendan meditar por las mañanas, al despertar, durante un periodo de 15 a 20 minutos. Esto facilitará nuestra forma de actuar a lo largo del día y, sobre todo, reflexionar sobre las metas que se deben cumplir a diario.
Los pensamientos positivos generan paz interior y, por consecuencia, ayudarán a que nuestra alma esté completamente purificada de negatividad. A continuación, reseñamos para ti algunos consejos para meditar basados en un interesante artículo de Salud 180.
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Consejos para meditar y purificar el alma
Meditar por las mañanas. Como habíamos mencionado, los expertos recomiendan realizar la meditación por las mañanas, o en su defecto, al atardecer. Lo anterior para lograr un estado de serenidad y contemplación adecuados.
Crea un hábito. Meditar debe convertirse en un hábito positivo en tu vida, por lo que debes realizarla en un solo lugar todos los días y crear una atmósfera placentera. Para ello puedes ayudarte de flores, velas e inciensos.
Concentración. La clave para lograr una meditación exitosa es la concentración. Evita distractores y, durante tu sesión, trata de olvidar el pasado, presente y futuro; enfócate en lo positivo.
Posición cómoda y bien orientada. Si bien la postura ideal es la que en yoga se le conoce como “flor de loto”, debes estar lo más cómodo posible. Además, para que las energías del universo te favorezcan, coloca tu posición dirigida al norte o al oeste.
Respiración. Significa la parte más importante, debe ser rítmica y espaciada. Por ejemplo, puedes comenzar por inhalar aire en 5 tiempos, retenerlo otros 5 y exhalar en igual número de tiempos. Conforme vayas familiarizándote con la meditación, puedes incrementar el número de tiempos.
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