Demuelen mansión del terror donde Jeffrey Epstein cometió gran parte de sus abusos
La propiedad ubicada en Palm Beach ya fue reducida a los escombros y en su lugar se construirá un nuevo proyecto arquitectónico que dejará en el olvido los crímenes cometidos en su interior
La antigua mansión de Jeffrey Epstein en Palm Beach ya fue demolida. Crédito: EFE | Google Maps
La emblemática mansión de Palm Beach, Florida, que perteneció al depredador sexual Jeffrey Epstein, fue reducida a los escombros el lunes 19 de abril.
La propiedad, que gozaba de seis dormitorios y 7.5 baños, fue adquirida por el desarrollador inmobiliario Todd Michael Glaser con el propósito de demolerla y construir otra en su lugar.
La casa salió a la venta, en julio de 2020, por $21.995 millones de dólares, siendo hasta noviembre de 2020, que fue vendida en una cifra sin revelar.
En diciembre, un mes después de la compra, el proyecto de Glaser obtuvo la aprobación de la Comisión de Arquitectura de Palm Beach para ser llevado a cabo, sin embargo, fue hasta ahora que ejecutó los trabajos con la ayuda de maquinaria pesada.
Por ahora se desconocen mayores detalles sobre el proyecto que Todd Michael Glaser y sus socios realizarán en el terreno de dos acres de extensión y que se ubica muy cerca de la casa de descanso de Donald Trump en Mar-a-Lago.
La casa, que constaba de 8,000 pies cuadrados de construcción, fue comprada por Jeffrey Epstein en 1990 por $2.5 millones de dólares.
Contaba con cocina, comedor, sala, estudio, así como con una piscina en la zona del patio trasero, una casa para el personal con tres dormitorios, una casa de piscina, áreas verdes, entre otros espacios.
Jeffrey Epstein, quien murió el 10 de agosto de 2019 en prisión, cometió en esa vivienda cientos de abusos sexuales contra diversas jovencitas, quienes acudían a su hogar creyendo que serían contratadas como masajistas, pero la realidad era muy distinta.
Además de la propiedad de Miami, Epstein poseía otra más en la ciudad de Nueva York, la cual fue vendida, en marzo pasado, por la cantidad de $51 millones de dólares.
El dueño de ese inmueble, que llama la atención por sus siete pisos de altura, es el magnate Michael Daffey, un antiguo ejecutivo de Goldman Sachs.
El multimillonario, que no conoció a Epstein en persona, decidió comprar la mansión, de 28,000 pies cuadrados de extensión, porque quiere demostrar que la ciudad de Nueva York aún tiene mucho potencial que dar, aunque muchos consideren que sus mejores tiempos ya son cosa del pasado.
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