Slim y AMLO, una relación a prueba de colapsos

La dupla de poder entre Andrés Manuel López Obrador y el magnate mexicano Carlos Slim pasa en estos momentos por una buena racha en una larga relación que los analistas políticos califican como “pragmática” o de “conveniencia” y que data de por lo menos dos décadas.

Carlos Slim y AMLO

La relación entre Carlos Slim (izq) y AMLO (c,) pasa por buen momento según analistas. Crédito: Agencia Reforma

MEXICO. – El dictamen previo fue claro: el colapso de un tramo en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México se debió a fallas de la empresa de uno de los hombres más ricos del mundo: Carlos Slim; la reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador también fue contundente: no irá a tribunales para sancionarlo.

Al contrario, será el magnate el encargado de rehabilitar y poner otra vez en funcionamiento el viaducto elevado donde colapsó la trabe de la Línea 12 por donde circulan alrededor de 300,000 personas diariamente.

“Tiene voluntad de arreglarlo”, dijo el mandatario después de reunirse con Slim. “No queremos ir a pleitos legales”.

El anuncio sorprendió a la opinión pública tras el incidente que causó la muerte a 27 personas, pero el presidente defendió la decisión de no proceder legalmente en contra de Grupo Carso y pidió esperar el dictamen final de la empresa noruega DNV, contratada como auditor externo para determinar las causas del accidente.

En un avance de la investigación presentado en días pasados,  DNV adelantó que el quiebre se debió a una falla estructural asociada a por lo menos seis deficiencias en su construcción.

En ese contexto, políticos de oposición llamaron la atención sobre la inconveniencia de que la firma de Slim fuera la responsable de la construcción de un tramo del Tren Maya, una de las obras emblemáticas de la Cuarta Transformación.

Mancuerna

La dupla de poder AMLO- Slim —uno político y otro económico—, pasa en estos momentos por una buena racha en la larga relación que los analistas políticos califican como “pragmática” o de “conveniencia” y que data de por lo menos dos décadas.

En el año 2000 ambos coincidieron en una cena privada y el entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal invitó al hombre de negocios a invertir en la capital del país.

Slim aceptó en ese entonces echarse a los hombros la rehabilitación del Centro Histórico que por aquellos tiempos era una especie de arrabal tomado por vagabundos que peleaban por  destartalados edificios de la era colonial que poco a poco se habían venido a menos.

El escritor y periodista José Martínez, autor de La Dinastía, los herederos del imperio Slim, afirma que, desde entonces, el hoy presidente y el magnate posan para las cámaras para dar una imagen de concordia, pero debajo de la mesa “se tiran patadas” y por mucha cercanía que pueda parecer no la hay en el plano afectivo.

“El empresario no es un hombre de amigos, es un hombre de intereses”.

Los negocios de Slim en México, donde arrancó su emporio al adquirir en los años 90 la entonces paraestatal Telmex, siguen siendo una base importante de su fortuna.

Estos incluyen,  América Móvil, la empresa de telefonía celular proveedor de servicios inalámbricos que se extiende a Argentina, Brasil, Colombia, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Uruguay.

También a  Grupo Financiero Inbursa que ofrece servicios bancarios, casa de bolsa, fianzas y fondos de inversión que opera entre ocho millones de cuentas y 270 sucursales. La cadena de 190 restaurantes y tiendas de regalos Sanborns. El 20% de Citagam que desde 1972 es fabricante de la marca de cigarros Marlboro, una de las más vendidas en el mundo.

Bimex, la marca de bicicletas, los almacenes Sears y las tiendas de lujo Saks Fifth Avenue; el 15% de Gas Natural y el proyecto de televisión por internet Uno TV.

Frente a estos intereses, a Carlos Slim demuestra que no le importa, de vez en cuando, dar un paso para atrás para luego dos para adelante.  De la misma forma responde el presidente, observan analistas. “Piensan estratégicamente”, observa Mario Maldonado, columnista de finanzas. “Si se pelean, ambos pierden”.

Ajustando tuercas

El 11 de junio pasado, poco antes de que se anunciara que ni el gobierno local ni el federal procederían en contra de Grupo Carso por el colapso de la Línea 12,  el presidente se reunió con algunos de los empresarios más importantes del país encabezados por Slim para invitarlos a invertir en la recuperación económica tras pandemia.

Al encuentro acudieron algunos de los hombres más críticos al presidente como Claudio X. González, presidente de Kimberly Clark, con quien éste mantiene una confrontación pública de descalificaciones, pero al final todos acordaron coorperar.

Algo similar ocurrió en 2019, después de la polémica cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco, donde el Ingeniero sufrió una pérdida de millones de dólares y se unió al grupo de protestas, luego López Obrador criticó otros contratos de obra pública donde participaban empresas del magnate para construir nueve gasoductos para suministrar combustible a plantas de la gubernamental Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Según el presidente, las condiciones en que se firmaron los acuerdos eran “ventajosos” para las empresas, entre ellas Carso Energy.

“Esos contratos eran abusivos, yo les llamé leoninos “, dijo sobre lo que consideró acuerdos con tantas ventajas para las empresas que dejaban al gobierno prácticamente sin capacidad de maniobras.

Entonces el consorcio de Slim cedió a renegociar un acuerdo en el que el gobierno mexicano tuviera mejores condiciones y para conseguirlo promovió un arbitraje internacional, el resto de las compañías hicieron lo mismo y finalmente se cumplieron los contratos.

Posteriormente s Slim anunció una inversión de 5,000 millones de dólares en infraestructura para el Tren Maya. “En los objetivos que tiene este gobierno creo que todos hemos estado 100% de acuerdo” dijo.

“Combatir la corrupción, la impunidad, crecer al 4% (anual), bajar el gasto corriente. Creo que hay unanimidad, hay un gran acuerdo”.

Luego se tomaron una foto.

Otros datos de la relación

La fortuna de Slim está  valuada en 63.4 billones de dólares. La inició con la compra de la paraestatal Telmex en la década de 1990.

– AMLO llegó al poder con un respaldo popular de un respaldo de aproximadamente 50 millones de mexicanos.

– Su relación comenzó en el 2000 cuando el magnate fue nombrado presidente del Consejo Consultivo del proyecto de recuperación del Centro Histórico y desembolsó millones de dólares para recuperar la infraestructura, las calles y negocios.

Así inició un proceso de gentrificación.

Seguir Leyendo: ¿Qué tan insegura es Tabasco, la tierra de AMLO?

En esta nota

AMLO carlos slim
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain