Cómo es el derrame cerebral como el que sufrió la actriz mexicana Carmen Salinas
Los accidentes cerebrovasculares son tan comunes que afectan a una persona cada 40 segundos en Estados Unidos; al año los sufren unos 795,000 pacientes
Carmen Salinas. Crédito: Mezcalent
Un accidente cerebrovascular (ACV) o derrame cerebral es un ataque que interrumpe el flujo de oxígeno y sangre al cerebro, y cuando esto ocurre cada segundo cuenta, y puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Son tan comunes que en Estados Unidos afectan a una persona cada 40 segundos, y al año afectan a unas 795,000 personas, de acuerdo con cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Como a la actriz y productora mexicana Carmen Salinas, esto puede ocurrirle a cualquiera en el momento menos esperado. Sus allegados declaran que apenas minutos antes, la famosa mujer de 82 años cenó mientras veía en televisión la telenovela Mi fortuna es Amarte, en la que participa.
De un momento a otro, una persona que está bien, se desmaya, no puede ponerse de pie o hablar.
Esta es la principal causa de discapacidad en el país y la quinta causa de muerte.
En el caso de Carmen Salinas, empleadas suyas se dieron cuenta de que se había desmayado y dieron aviso de inmediato a sus familiares, quienes la llevaron a un hospital.
Qué se hace en estos casos
Y es que el tiempo es crucial: las probabilidades de sobrevivencia y recuperación aumentan entre más rápido se pida atención médica y se detecten señales de que se está ante un ACV.
¿Cómo detectarlo? Una prueba rápida es crucial. Se trata de la prueba FAST, acrónimo de Face, Arms, Speak y Time (cara, brazos, habla y tiempo), que recomienza la American Stroke Association, y que consiste en revisar en ese orden cómo está la cara de la persona, si es que acaso presenta caído algún lado del rostro.
El segundo paso es verificar si el paciente puede levantar los brazos por sí mismo sin que ninguno se desvíe hacia abajo. Sigue pedirle que repita una oración sencilla, y escuchar atentamente si puede hacerlo bien o muestra dificultades. El cuarto paso es tomar acción de inmediato si hay problemas para completar alguno de estos ejercicios.
El tiempo es clave porque durante un derrame cerebral mueren por minuto dos millones de células cerebrales o neuronas, lo que puede costar la vida o dejar profundas secuelas permanentes. Y el pronóstico mejora entre más pronto logre restituirse el flujo sanguíneo.
De ese modo, hay personas que logran recuperarse de forma satisfactoria.
En el caso de Carmen Salinas, presenta factores de riesgo como su avanzada edad y la hipertensión, pero hay otros como el colesterol alto, enfermedades cardiacas, el sobrepeso, fumar o beber demasiado alcohol.
La actriz recibió el diagnóstico de derrame cerebral en la parte del tallo. Aunque en su caso no se especificó, este puede ser isquémico (cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe y filtra sangre al cerebro) o hemorrágico (cuando un coágulo de sangre o acumulación de grasa obstruye las arterias).
El tallo cerebral es responsable de controlar todas las actividades básicas del sistema nervioso central, como la presión arterial, la conciencia y la respiración. Los expertos indican que cuando los derrames ocurren en esta área resultan más difíciles de identificar y pueden afectar las funciones anteriores.
Otras complicaciones de un ataque cerebral que destaca la Asociación del ACV de Estados Unidos son la inflamación del cerebro, convulsiones, depresión clínica, trombosis venosa profunda, neumonía, infección del tracto urinario, úlceras, contractura de las extremidades y dolor de hombro.
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