Ordenan a Cracker Barrel pagar más de $9 millones a un hombre por causarle lesiones graves y permanentes

Un cliente que cenó en un restaurante Cracker Barrel sufrió heridas graves en el tracto digestivo. Lo que hizo que a la cadena le haya sido ordenado pagar $9 millones al afectado. Aunque el afectado recibiría una cantidad mucho menor.

En 2014, William Cronnon estaba almorzando en un Cracker Barrel en el condado de Marion, Tennessee, cuando le sirvieron un químico de limpieza en lugar de agua. Al tomar un sorbo de lo que había en el vaso, Cronnon sintió una sensación de ardor.

La ingestión del líquido de limpieza le causó graves lesiones físicas a Cronnon, quemándole la boca y el esófago. La demanda dice que Cronnon todavía sufre estragos de estas lesiones.

El químico que Cronnon bebió se trataba de Eco-San, un líquido que el restaurante estaba usando para limpiar la cocina.

De acuerdo a WTVC News Channel 9, el jurado encontró que Cracker Barrel actuó de manera negligente, incluida la “falta de contratar y capacitar adecuadamente a empleados calificados y competentes”.

La demanda original de Cronnon contra la cadena de restaurantes, pedía a Cracker Barrel que le pagara $150,000 en daños. Pero un jurado decidió que la compañía le debía mucho más a la víctima.

Según Time Free Press, el pasado 6 de enero, los miembros del jurado encontraron a Cracker Barrel culpable de las lesiones de Cronnon. Se indicaron $730,000 en daños económicos, $3.6 millones en daños no económicos y $5 millones en daños punitivos.

Sin embargo, Cronnon recibirá una cantidad menor a los $9 millones, debido que la Ley de estatal de Tennessee limita los daños no económicos en una acción por lesiones personales a $750,000. Un portavoz de Cracker Barrel dijo a Time Free Press que Cronnon recibió un total de $6.5 millones.

“Lo que hizo que esto fuera tan atroz es que Cracker Barrel tenía esta política en la que colocaban productos químicos en contenedores sin marcar durante años”, dijo el abogado de Cronnon, Thomas Greer. “Lo que le dije al jurado fue que estaban jugando a la ruleta con la salud y la seguridad de todos los que entraron allí, y el Sr. Cronnon pagó el precio“.

Greer señaló que la solución Eco-San se dejó en una jarra de agua para remojar las piezas de la máquina dispensadora de bebidas durante la noche, pero la jarra no se tiró a la mañana siguiente como era la práctica habitual y un mesero la usó para llenar el vaso de agua de Cronnon.

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