Designan al arco de La Villita como Monumento Histórico de la comunidad mexicana en Chicago
Al arco de La Villita oficialmente es declarado Monumento Histórico de Chicago, por lo que su diseño icónico no podrá ser modificado ni removido del área, además de que recibirá presupuesto para su mantenimiento
La estructura fue diseñada en 1990 por el arquitecto mexicano Adrián Lozano, un monumento inspirado en rasgos de lugares religiosos de la época colonial. Crédito: Antonio Zavala | EFE
El emblemático arco de La Villita, que da la bienvenida a los visitantes a distrito comercial de la Calle 26 en Chicago, recibió la designación de Monumento Histórico, un símbolo importante para la comunidad de inmigrantes mexicanos en esa ciudad.
De forma oficial, el Concejo Municipal de Chicago aprobó la designación de Monumento Histórico a esta construcción que se sitúa en el corazón del barrio más mexicano de la metrópoli.
El Arco de La Villita da la bienvenida al segundo distrito comercial de Chicago, solamente después de la Milla Magnífica en el centro de la ciudad. Este monumento se ha convertido en el símbolo más importante de la comunidad mexicana en todo el Medio Oeste de Estados Unidos.
Elevándose unos dos pisos desde la acera, la obra recibe a los residentes y visitantes con un letrero de metal con la leyenda “Bienvenidos a Little Village”, coronado con un reloj que se eleva sobre la Calle 26.
El Arco de La Villita fue diseñado por el arquitecto mexicano Adrián Lozano y fue construido en 1990 bajo los auspicios de la alcaldía, el exconcejal de la zona y ahora congresista Jesús “Chuy” García y comerciantes del área.
Su construcción tomó seis meses para levantarlo. El costo de la mano de obra y el material fue de $275,000, según la organización comunitaria Little Village Community Council.
En 1991 el gobierno de México donó un reloj de bronce hecho por Relojes Centenario, la relojería más antigua de México, y fue presentado por el expresidente Carlos Salinas de Gortari para fortalecer la relación binacional. Esa vez el alcalde Richard M. Daley le dio a Gortari las llaves de la ciudad.
En los últimos años existieron propuestas para modernizar el arco; incluso se ha circulado la idea de digitalizar el reloj para añadir anuncios y promover el turismo, sin que hasta el momento se hayan concretado.
La designación como Monumento Histórico establece que la ciudad queda oficialmente a cargo de la preservación del Arco de La Villita, incluida su conservación, reparación y cualquier modificación.
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