$54 mil millones de dólares destina California en proyectos para atacar el cambio climático y dejar de producir dióxido de carbono en 2045
Entre las medidas que adoptará California están evitar el cierre de la planta nuclear Diablo Canyon, nuevas restricciones severas sobre la perforación de petróleo y gas, así como un mandato para dejar expulsar dióxido de carbono para 2045
California lanza todos sus esfuerzos para combatir el calentamiento global y la noche de este miércoles los legisladores del estado aprobaron un gasto récord de $54 mil millones de dólares para una serie de nuevos proyectos de ley climáticos.
Entre las medidas que adoptará California están evitar el cierre de Diablo Canyon, la última planta de energía nuclear del estado, nuevas restricciones severas sobre la perforación de petróleo y gas, así como un mandato para que California deje de expulsar dióxido de carbono a la atmósfera para 2045.
Los proyectos de ley, aprobados cerca de la medianoche luego de una labor legislativa de dos años en Sacramento, marcaron una victoria para el gobernador Gavin Newsom, un demócrata que busca presentarse como un líder climático al elevar su perfil nacional y que comienza a generar especulaciones sobre una posible candidatura a la Casa Blanca.
A mediados de agosto, Newsom instó a los legisladores a aprobar varios proyectos de ley importantes sobre el clima. Todas sus propuestas fueron aprobadas menos una: un proyecto de ley para fortalecer el objetivo estatal para 2030 de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta, que se quedó corto por cuatro votos en la Asamblea Estatal.
California, a la vanguardia
Las nuevas acciones de California, la quinta economía más grande del mundo, agregan impulso a los crecientes esfuerzos en todo el país para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la combustión de petróleo, gas y carbón que están sobrecalentando el planeta.
El mes pasado, el presidente Joe Biden firmó una ley climática expansiva que invertiría $370 mil millones de dólares durante la próxima década en fuentes de energía de bajas emisiones, como la eólica, solar y nuclear.
Sin embargo, el esfuerzo federal no es suficiente para eliminar los gases de efecto invernadero para 2050 sin una participación activa por parte de los gobiernos estatales.
California cuenta con algunas de las políticas más estrictas del país para promover la energía renovable y prescindir de los combustibles fósiles. Entre las medidas más recientes, los reguladores del aire de California aprobaron un plan para prohibir la venta de autos nuevos con motor a gasolina para 2035, una política que podrían adoptar otros estados y que se espera que acelere la transición global hacia vehículos eléctricos.
Los legisladores de California establecieron previamente un objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% por debajo de los niveles de 1990 para 2030.
Según la legislación aprobada este miércoles, California tendrá ahora que reducir las emisiones al menos en un 85% para 2045 y compensar las emisiones restantes plantando más árboles o utilizando tecnologías aún no probadas, como la captura directa de aire, que recolecta gases después de ser descargados a la atmósfera.
Otros proyectos de ley aprobados requerirían pasos más concretos.
Presupuesto millonario aprobado
Los legisladores aprobaron un presupuesto presentado por Newsom por $54 mil millones de dólares durante cinco años en programas climáticos.
El presupuesto contempla $6,100 millones de dólares para automóviles eléctricos, incluido dinero para comprar nuevos autobuses escolares a batería, $14,800 millones de dólares para proyectos de tránsito y ferrocarriles, más $8,000 millones de dólares para limpiar la red eléctrica, $2,700 millones de dólares para combatir incendios forestales y $2,800 millones de dólares en programas de agua para ayudar a lidiar con la sequía.
Como parte de este paquete de gastos, los legisladores respaldaron un plan para mantener activa la planta nuclear de Diablo Canyon, que proporciona el 9% de la electricidad de California sin producir emisiones contaminantes.
Los dos reactores nucleares de la planta estaban programados para cerrar en 2024 y 2025, pero el nuevo plan extiende los plazos a 2029 y 2030, con un préstamo de $1,400 millones de dólares a Pacific Gas & Electric, empresa de servicios públicos que opera la planta.
Restricciones para nuevos pozos de petróleo y gas
Otra polémica medida es el requisito de que los nuevos pozos de petróleo y gas estén alejados al menos 3,200 pies de residencias, escuelas y hospitales, mientras se imponen estrictos controles de contaminación en pozos existentes dentro de esa distancia.
California es el séptimo mayor productor de petróleo del país, pero nunca antes había impuesto zonas de restricción alrededor de los pozos como lo hacen Colorado y Pensilvania.
Los partidarios de las nuevas zonas de restricción estimaron que 2.7 millones de californianos viven a menos de 3,200 pies de pozos de petróleo y gas. Un panel estatal de salud determinó el año pasado que vivir cerca de pozos activos aumenta el riesgo de asma, ataques cardíacos y nacimientos prematuros.
Los proyectos de ley también ordenan a los reguladores establecer nuevas pautas para el uso de la captura y almacenamiento de carbono, lo que implica atrapar el dióxido de carbono de las instalaciones industriales contaminantes y enterrarlo bajo tierra.
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