Casi un tercio de los funcionarios electorales locales ha sufrido maltratos y amenazas, según encuesta
El Brennan Center for Justice publicó el martes los resultados de una encuesta de funcionarios electorales que muestra lo afectados que están por amenazas a su seguridad y por interferencia política
El Brennan Center for Justice publicó el martes los resultados de una encuesta realizada a 852 funcionarios electorales locales que administran las elecciones y que, además, ya se preparan para las elecciones de 2024.
El análisis de la encuesta muestra que se puede pronosticar que el 21% o más, o sea, 1 de cada 5 de los funcionarios electorales locales en que se alistan para trabajar en las elecciones de 2024, no habrán trabajado nunca antes en unas elecciones presidenciales.
En el periodo entre las elecciones presidenciales de 2020 y 2024, eso equivale a la partida de aproximadamente 1.5 funcionarios electorales al día.
Esta pérdida de conocimiento institucional puede afectar la administración de las elecciones y la confianza del público en ellas y muestra que el gobierno federal debe hacer más campañas para informarlos, particularmente a quienes han sido contratados recientemente, sobre el apoyo y los recursos a su disposición para ayudarlos con su labor.
Un clima de trabajo hostil
Muchos funcionarios electorales han dejado el empleo y más planean hacerlo.
En 2020, en plena pandemia de Covid, los funcionarios electorales realizaron lo que las agencias gubernamentales llamaron las “elecciones más seguras en la historia de Estados Unidos” con la participación electoral más alta en más de 100 años.
Pero Donald Trump desató algo nuevo y mucho más aterrador. La Gran Mentira no era una hipótesis sobre la posibilidad de fraude electoral: era una acusación verificablemente falsa de que una elección fue robada deliberadamente.
A diferencia de las vagas advertencias previas de los republicanos sobre un posible fraude electoral, la Gran Mentira nombró nombres. Presentó a los funcionarios electorales como autores intelectuales de un crimen inventado contra el Estado.
Y desde entonces, los funcionarios electorales se han convertido en el blanco de una campaña para mentir sobre los resultados de las elecciones y socavar la fe en la democracia estadounidense, enarbolando el supuesto fraude electoral, además de muchos dijeron que han sufrido hostigamiento, amenazas y maltratos debido a su trabajo.
Los resultados de la encuesta muestran que:
- 30% de los funcionarios electorales locales dicen que han sido maltratados, hostigados o amenazados debido a su trabajo.
- 45% de los funcionarios electorales locales dicen que están preocupados por la seguridad de sus colegas y/o personal, incluidos otros funcionarios y trabajadores electorales, en comicios futuros.
- 22% de los funcionarios electorales locales saben de por lo menos otro funcionario electoral local o trabajador electoral que ha dejado su cargo debido por lo menos en parte a temor por su seguridad, más amenazas o intimidación.
- Al 56% de ellos les preocupan los líderes políticos que participan en esfuerzos por interferir en la manera en que los funcionarios electorales harán su trabajo en elecciones futuras en todo el país.
La falta de fondos perjudica la seguridad electoral
Al mismo tiempo, el 74% de los funcionarios electorales locales dicen que necesitan que su presupuesto anual crezca, para abordar las necesidades de seguridad y administración electoral en los próximos cinco años.
Los sistemas electorales son una infraestructura crítica vital para nuestra democracia y seguridad nacional, y la falta de voluntad del Congreso para proporcionar la financiación adecuada es un fracaso importante.
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