Consumo de cannabis durante el embarazo afecta a la placenta: estudio
Investigadores encontraron una asociación significativa entre la exposición al cannabis, determinada mediante muestreo biológico, y resultados adversos del embarazo, particularmente aquellos relacionados con la disfunción placentaria
En medio de una creciente tendencia en el consumo de cannabis entre mujeres embarazadas y una percepción en aumento de su seguridad, un estudio reciente arroja luz sobre los desafíos significativos para entender los efectos reales en los resultados del embarazo.
La investigación destaca la subestimación del consumo real debido al estigma social y las consecuencias legales, complicando aún más la evaluación precisa de los impactos del cannabis durante el embarazo.
La dificultad para evaluar el verdadero impacto del cannabis en el embarazo se agrava por factores como la autoinformación en los estudios existentes y las diferencias demográficas, como el uso de nicotina. La falta de datos precisos dificulta la comprensión de cómo la exposición al cannabis afecta la función placentaria y el desarrollo fetal.
El estudio, basado en personas nulíparas de ocho centros médicos estadounidenses entre 2010 y 2013, revela hallazgos alarmantes. Utilizando métodos avanzados de determinación de la exposición al cannabis, el análisis se centró en la clasificación de la exposición solo durante el primer trimestre o continua más allá de este.
De los 10,038 participantes, el 6.6% estuvo expuesto al cannabis durante el embarazo. El estudio destaca que el 32.4% de ellos estuvo expuesto solo durante el primer trimestre, mientras que el 67.6% mantuvo la exposición más allá de este período. Además, se encontró que el consumo de otras sustancias y nicotina era más frecuente entre los expuestos al cannabis.
Cannabis en el embarazo causa “resultados adversos”
El análisis de los resultados primarios mostró que la exposición al cannabis en cualquier momento durante el embarazo se asoció con una mayor incidencia de resultados adversos (25.9% en comparación con el 17.4% en el grupo no expuesto). Esta asociación se mantuvo significativa incluso después de ajustes por diversos factores.
Un hallazgo significativo fue la relación dosis-respuesta, con niveles acumulativos más altos de THC-COOH correlacionados con una mayor probabilidad de resultados adversos. Niveles superiores a 1024 ng/ml se relacionaron con tasas más altas de resultados adversos, indicando un consumo frecuente de cannabis.
A pesar de los posibles efectos sinérgicos del cannabis y la nicotina, el estudio no encontró una interacción significativa entre estas sustancias según las pruebas biológicas. Esto concuerda con estudios en animales que sugieren que el cannabis puede afectar la placenta independientemente de la nicotina.
Estos hallazgos resaltan la importancia de una mayor investigación para comprender completamente los riesgos del consumo de cannabis durante el embarazo. La relación entre el cannabis y los resultados adversos del embarazo, especialmente con niveles elevados de THC-COOH, plantea preguntas críticas sobre la seguridad de su consumo durante esta etapa crucial.
Además, se subraya la necesidad urgente de abordar la falta de conciencia sobre los riesgos potenciales y destaca la importancia de políticas de salud pública que aborden esta creciente preocupación. En última instancia, el estudio ofrece una perspectiva alarmante sobre el impacto del cannabis en el embarazo y destaca la importancia de la educación y la conciencia pública para abordar este problema de salud en aumento.
La investigación destaca la importancia de abordar este problema de salud en aumento desde múltiples perspectivas, incluyendo la regulación gubernamental, la atención médica y la educación pública sobre los riesgos asociados con el consumo de cannabis durante el embarazo.
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