En la lucha por el senado federal, Feinstein avanza y su contrincante queda por decidir
Un problema con 120,000 boletas en el condado de Los Angeles y miles de boletas provisionales sin contar podrían decidir si se enfrenta al demócrata Kevin de León o al republicano James Bradley, un total desconocido que aglutinó votos conservadores.
En la competencia por el senado federal de California, en manos de la demócrata Dianne Feinstein desde 1992, la lucha para los otros 31 candidatos en la boleta era por el segundo lugar y así sobrevivir para enfrentar a la veterana en las elecciones de noviembre.
Como se esperaba, Feinstein tomó fácilmente la delantera, haciéndose con más del 40% de los votos este martes.
No obstante el segundo puesto quedaba en veremos, debido una cercana competencia entre el demócrata Kevin de León y el republicano James P. Bradley que quedará sin resolver hasta el conteo de boletas provisionales.
La única pregunta que queda en el aire es si ese segundo será Kevin de León, líder progresista y pro inmigrante o el desconocido republicano James P. Bradley, un veterano de la guardia costera que se opone a la Ley Santuario, será quien se enfrente a Feinstein en Noviembre.
De León y Bradley se disputaban el segundo lugar y quedaron muy cerca el uno del otro, por lo que cualquiera de ellos podría imponerse cuando se sepan los resultados finales.
El problema fue la desaparición de 120,000 nombres de las listas de votación del condado de Los Ángeles y los votantes que al no hallarse su nombre en el recinto de votación, se vieron obligados a votar en una boleta provisional, que será contada después.
De León es representante al senado estatal en Los Ángeles y bastante más conocido en estos lares que en otras regiones del estado.
“Esto podría influenciar el resultado final, que no se sabrá hasta que no cuenten esas boletas en los próximos días”, dijo la analista Sherry Bebitch Jeffe.
De León buscaba como triunfo ese segundo lugar, ante una realidad política: es difícil competir contra una titular veterana, con mucho más de dinero y un nombre conocido por todos.
El latino apostaba a los demócratas progresistas, los latinos y los jóvenes, promoviendo la idea de que ya es hora de un cambio y de un liderazgo más activista en el vetusto senado de Washington D.C.
Pero al parecer, Bradley se convirtió en un favorito de los republicanos de California y así logró destacarse entre el grupo de 10 candidatos con designación republicana en la boleta.
De León, hijo de una recamarera de hoteles lujosos oriunda de Guatemala, salió de las trincheras de la lucha contra proposición 187, aprobada por los votantes contra los inmigrantes de California en 1994, cuando Feinstein sería su primer período como senadora en Washington.
California no ha tenido un senador federal republicano desde que Pete Wilson fue electo al cargo en 1982- renunciando en 1991 para competir por la gubernatura, y pocos analistas ven la posibilidad de que Feinstein sea derrotada por un desconocido como Bradley.
De León esperaba, sin embargo, que una segunda vuelta le diera la oportunidad de ir cara a cara contra la veterana y contrastar su record con el de Feinstein, quien siempre fue una senadora conciliadora y moderada, generalmente centrista en muchos temas, incluyendo inmigración.
De León, por su parte, es abiertamente confrontativo frente las políticas de Trump, a las que en un discurso este fin de semana cuando hacía campaña entre miembros del sindicato SEIU Local 99 llamó “repugnantes”.
“Estos son tiempos muy dificultosos debido a las políticas públicas y acciones de este presidente repugnante, que utiliza al inmigrante como chivo expiatorio para culparlo de todos los males económicos y sociales”, dijo De León agregando que al votar por él, “le mandamos un mensaje a Trump”.