Una “estafa”: Donald Trump, duro contra los autos eléctricos
Trump anunció una modificación de las normas de eficiencia y emisiones del país. Su decisión elimina los estándares impuestos durante el gobierno de Joe Biden
Fabricación del sedán eléctrico de Sony Honda Mobility. Crédito: AFEELA. Crédito: Cortesía
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender la discusión sobre el rumbo de la industria automotriz nacional al anunciar una reestructuración total de los estándares CAFÉ (Corporate Average Fuel Economy).
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Estos límites, que determinan las emisiones y la eficiencia promedio de las flotas que venden los fabricantes en el país, eran una pieza central de la política climática del gobierno anterior. Ahora, con el cambio impulsado por Trump, el rumbo vuelve a modificarse de manera drástica.
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La Casa Blanca presentó la medida como un giro necesario para “corregir” lo que consideran un exceso regulatorio heredado de la administración Biden. Según sus estimaciones, los estándares anteriores aumentarían el costo de los vehículos nuevos en unos $1,000 dólares en promedio, encareciendo el acceso a la movilidad.
Con la flexibilización impulsada por el presidente, se proyecta un ahorro acumulado para los hogares estadounidenses de alrededor de $109,000 millones de dólares, lo que la administración argumenta como una victoria para la economía familiar.
Trump aprovechó el anuncio para exponer duras críticas a la línea política de su predecesor, repitiendo uno de sus mensajes más habituales: su rechazo al mandato acelerado del coche eléctrico.
Críticas directas a las normas de Biden
Durante su intervención, el presidente no moderó el tono. Sus declaraciones, recogidas por Fox News, incluyeron frases contundentes sobre las normas de la era Biden.
“Estamos eliminando oficialmente las ridículamente onerosas, horribles, en realidad, normas CAFE de Joe Biden, que impusieron costosas restricciones y todo tipo de problemas, causando todo tipo de problemas a los fabricantes de automóviles”, señaló Trump.

El presidente afirmó que las anteriores exigencias no solo generaban frustración en la industria, sino que también provocaron incrementos abruptos en los precios.
“Y no solo hablamos de fuera de nuestro país, porque nadie podía hacerlo. Nadie quería hacerlo. Y era ridículo, muy caro. Ejerció una enorme presión al alza sobre los precios de los automóviles, sumado al descabellado mandato de vehículos eléctricos. Las onerosas regulaciones de Biden han provocado que el precio de los automóviles se dispare más del 25 %, y en un caso, subió un 18 % en un año”, continuó.
Más adelante, Trump volvió a cuestionar la transición acelerada hacia los vehículos de cero emisiones, insistiendo en que la población todavía prefiere opciones tradicionales como los autos de gasolina.
Un nuevo rumbo para la industria automotriz
La modificación de las normas CAFÉ no es un caso aislado dentro del marco regulatorio del gobierno actual. Forma parte de un conjunto más amplio de decisiones bajo la denominada One Big Beautiful Bill Act, aprobada en julio, donde ya se había dejado sin efecto una parte sustancial de las penalizaciones que pesaban sobre los fabricantes que no cumplían las metas de eficiencia. Aquellas sanciones, que podían alcanzar cifras elevadas, se redujeron a $0 dólares, un paso que la industria venía solicitando desde hace años.
Además, en meses previos, el presidente firmó una resolución destinada a bloquear el plan del estado de California de prohibir la venta de vehículos exclusivamente de gasolina a partir de 2035. Esa misma acción también revocó otra norma creada durante el periodo Biden que establecía que al menos el 80 % de los vehículos vendidos en ese estado debían ser eléctricos en esa fecha.
Para el gobierno actual, estos cambios representan una restauración del equilibrio regulatorio. Para los defensores del coche eléctrico, en cambio, se trata de un retroceso que compromete los objetivos climáticos del país. Lo cierto es que las decisiones de Trump están marcando una agenda más flexible, enfocada en mantener diversas alternativas tecnológicas para los consumidores.

“Les lavaron el cerebro a las personas”: Trump insiste en su postura
El presidente volvió a dejar claras sus convicciones al concluir su intervención con una acusación directa al discurso ambientalista.
“Les lavaron el cerebro a las personas. Esto es una ‘nueva estafa verde’. Y la gente pagaba demasiado por un coche que no funcionaba tan bien. Y ahora tendrán un coche excelente, ecológico, pero que les costará mucho menos y funcionará de maravilla. Están eliminando toda esa tontería de los coches”, afirmó Trump.
Con estas declaraciones, el actual mandatario marca nuevamente distancia respecto a las políticas climáticas de la administración anterior.
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