¿Tu vivienda está preparada para la tercera edad?
Reporte de la Oficina del Censo describe la situación de los hogares estadounidenses
Iluminación adecuada, pasamanos, rampas: así como años atrás preparamos nuestros hogares para evitar que nuestros hijos pequeños se accidentaran, a medida que envejecemos es fundamental adaptar la vivienda para los desafíos que llegan con la edad.
Y sin embargo, miles de ancianos con desafíos físicos o mentales propios de la tercera edad se enfrentan diariamente a obstáculos que afectan negativamente su calidad de vida, debido a que sus hogares no han sido modificados conforme a sus edades.
Según los Centros para el control y prevención de enfermedades (CDC), más de una de cada cuatro personas mayores de 65 años se cae cada año. Estas caídas varían en gravedad, pero pueden llegar a ser mortales. Más de la mitad de estos accidentes ocurre en el baño, ya sea dentro de la ducha, o entrando y saliendo de la bañadera.
El costo médico total relacionado a los problemas causados por dichas caídas es de más de 50,000 millones de dólares anuales. Se estima que, con el aumento de la expectativa de vida, y por ende de la población de la tercera edad, este costo continuará en aumento durante los próximos años.
El reporte de esta semana de la Oficina del Censo, “Viviendas viejas, necesidades nuevas. ¿Los hogares de EEUU están preparados para la población que está envejeciendo?” explora el estado de las viviendas en EE.UU. en relación al aumento de la población de la tercera edad.
Con el aumento de la expectativa de vida de la población, también aumenta el grupo demográfico de las personas mayores de 65 años de edad. Se estima que dicha población se incrementará en más del doble, de los 40.3 millones contados en 2010, a alrededor de 85.7 millones en 2050. Para 2030, todos los “Baby Boomers” (aquellos nacidos entre 1946 y 1964) serán mayores de 65 años.
Dicho aumento, a su vez, resulta en una mayor necesidad de adaptar las viviendas para facilitar su independencia, seguridad y confort. Por ejemplo, la vivienda de una persona mayor en silla de ruedas necesita pasillos amplios para poder desplazarse, barandas y pasamanos para sujetarse y bañaderas especiales.
Otras necesidades de acceso y seguridad de las personas de la tercera edad incluyen la dificultad para manipular objetos pequeños como picaportes y otras manijas para abrir y cerrar puertas, ventanas y gabinetes, en particular entre aquellas personas que sufren artritis. El reporte de la Oficina del Censo reveló que 413,000 hogares con personas cuya movilidad depende de su silla de rueda no tenían espacio suficiente para desplazarse en ella.
Tercera edad en cifras
- En 2011, de 115 millones de unidades de vivienda en el país, sólo 11 millones de hogares, o alrededor del 10 por ciento, estaban preparados para personas de la tercera edad, esto es, tenían una entrada sin escalones, un dormitorio y un baño en el primer piso y por lo menos una modificación de acceso en por lo menos uno de los baños.
- Entre los 28.5 millones de hogares con un adulto mayor de 65 años de edad, 8 millones de estos, o alrededor del 28 por ciento, reportaron que uno de los adultos debía enfrentar diariamente dificultades de acceso, como por ejemplo subir una escalera, asearse en la bañadera o utilizar la cocina.
- De los 4.4 millones de hogares con un adulto mayor de 85 años, 2.1 millones, o el 49 por ciento, reportaron que el o la anciana enfrentaba problemas de acceso en el hogar.
- El 23 por ciento de los hogares con al menos un adulto mayor de 65 años reportó que, si bien el o la anciana tenía dificultades para caminar, en la vivienda no habían barras ni pasamanos. Del mismo modo, el 16 por ciento de los hogares con un adulto con dificultades para agacharse o arrodillarse reportó no contar con un inodoro elevado para ayudarlos.
- De todos los hogares encuestados, aquellos con menos recursos y modificaciones de acceso para las personas de tercera edad eran mayormente hogares de personas solas, mujeres y ancianos en viviendas alquiladas, y hogares en niveles de pobreza.
Lo que debes recordar
- Estas y otras estadísticas demográficas de la población permiten a los gobiernos locales, estatales y federal planear con anticipación programas y servicios para la comunidad, desde cuidado de la salud, a nutrición a educación, entre otros.
- Cada 10 años, la Oficina del Censo contabiliza la población total del país, independientemente de su edad, género, estado legal o migratorio. De este conteo depende la distribución de fondos para programas como por ejemplo los almuerzos escolares, entre otros cientos de recursos para la comunidad. Del conteo también dependen los límites de los distritos y la representación de la población en Washington DC.
- Aquellas personas que no sean contadas durante el Censo de esta década no serán tenidas en cuenta por los próximos 10 años.
- Participar en el Censo es fácil y sólo toma 10 minutos.
- La información recabada por el Censo es confidencial y no se comparte con otras agencias gubernamentales como ICE.
Para responder al cuestionario, o para más información puedes simplemente visitar el sitio en español: https://2020census.gov/es.html o llamar a la línea 844-468-2020