Acusan a Liliana Carrillo de matar a sus tres hijos de 3 años, 2 años y 6 meses
La mujer contó en una entrevista en televisión que ahogó y apuñaló a los menores para "protegerlos" y evitar que "continuaran" siendo víctimas de pedofilia
La oficina del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles presentó este lunes tres cargos de asesinato contra Liliana Carrillo por presuntamente matar a sus tres hijos pequeños en un apartamento del vecindario angelino de Reseda. La mujer habría ahogado y apuñalado a los menores antes de huir al Valle de San Joaquín.
Los fiscales alegaron que Carrillo, de 30 años, asesinó el pasado 10 de abril a su hija Joanna, de tres años, su hijo Terry, de dos años y su hija Sierra, de seis meses. Ella misma confesó recientemente en una entrevista en televisión que los había matado para protegerlos y sugirió que los menores habrían sido víctima de abusos sexuales, algo que no se ha demostrado.
“Los ahogué”, dijo Carrillo a una reportera de KGET-TV. La sospechosa añadió que lo hizo con mucha suavidad. “Los abracé, los besé y me disculpé todo el tiempo“, añadió al relatar cómo ocurrieron los hechos. La abuela materna de los niños encontró sus cuerpos sin vida cuando llegó al apartamento de Reseda. La madre de los menores ya no estaba allí.
Los fiscales no podrán buscar cadena perpetua sin libertad condicional para Carrillo ya que la oficina del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles no presentó una acusación de circunstancias especiales por asesinatos múltiples.
Desde que el pasado diciembre George Gascón asumió su cargo como fiscal de distrito, prohibió que los fiscales del condado de Los Ángeles presentaran este tipo de acusaciones que pueden llegar a una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Gascón anunció entonces una batería de medidas de justicia penal de tendencia progresista.
El fiscal de distrito dijo en un comunicado que había hablado con familiares y personas cercanas de la mujer y de sus víctimas para ofrecerles ayuda psicológica en unos momentos traumáticos y difíciles. “Nuestro corazón está con la familia de estos niños que están lidiando con esta tremenda pérdida”, dijo Gascón.
El padre de los niños, Erik Denton, había comunicado a las autoridades de los condados de Los Ángeles y de Tulare que Liliana Carrillo tenía problemas mentales y que, por ello, él temía por la vida de sus pequeños. Un juez de Tulare le concedió al hombre la custodia de sus hijos pero los niños aún no se habían mudado con él cuando sucedieron los hechos.
Mensajes de la mujer en redes sociales y documentos judiciales dejan claro que estaba atravesando una depresión posparto. Carrillo había abrazo también las teorías de la conspiración de QAnon y aseguraba que un grupo de pedófilos se había hecho con el control de su ciudad, Porterville, o que ella era la única responsable de la pandemia del coronavirus.
Aún no está claro cuando se procesará a Carrillo por los cargos de los que se le acusa en el condado de Los Ángeles. Ahora mismo permanece bajo custodia en una cárcel del condado de Kern, donde se enfrenta a cargos relacionados con robo de autos e intento de robo de autos. Después de accidentarse con su vehículo, la mujer presuntamente robó el de la persona que paró a ayudarle e intentó hacer lo mismo con un camión. Las autoridades la arrestaron horas después del asesinato en el condado de Tulare al volante precisamente del auto robado.