Riesgo cardíaco: queso, yogur o chocolate todos los días podría reducirlo

Un poco de queso, yogur y chocolate en una dieta equilibrada pueden ofrecer efectos protectores para tu corazón. “Comer debe ser agradable para las personas”: investigadores comparten qué alimentos comer, cuánto y con qué frecuencia

Queso

Investigadores sugieren el consumo moderado de queso de tres porciones de 50 g por semana. Crédito: NastyaSensei | Pexels

Una dieta basada principalmente en plantas es una dieta saludable para tu corazón, según un artículo publicado en Cardiovascular Research, una revista de la Sociedad Europea de Cardiología. Aunque también se señala que un poco de chocolate y algunos productos de origen animal como el chocolate y el yogur también pueden tener efectos protectores para el corazón.

Comer debe ser agradable para motivar a las personas sanas a realizar cambios a largo plazo, señaló el Dr. Gabriele Riccardi, autor principal del estudio. Los investigadores de la Universidad de Nápoles revisaron casi 100 estudios sobre la relación entre enfermedad del corazón, riesgos y hábitos alimentarios.

La revisión integral proporciona evidencia actualizada sobre cuánto y con qué frecuencia se puede consumir cada producto de manera segura.

Qué comer y cuanto consumir para la salud del corazón

Una dieta saludable para el corazón tiene un bajo contenido de sal y alimentos de origen animal y una cantidad de alimentos de origen vegetal como: integrales, frutas, verduras, legumbres y frutos secos.

Se promueve la sustitución de la mantequilla y otras grasas animales por grasas vegetales como el aceite de oliva y otros aceites ricos en grasas insaturadas.

Se puede disfrutar de aves (pollo y pavo) hasta tres porciones de 100 g por semana. La carne roja y carnes procesadas están asociadas con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular; las carnes rojas deben limitarse a dos porciones de 100 g por semana y la carne procesada a un uso ocasional.

Los frijoles y otras legumbres son el sustituto proteico recomendado para las carnes rojas. Se recomiendan al menos cuatro porciones de 150 g por semana.

El pescado graso es una fuente rica en omega-3, y relacionado con la prevención de enfermedades cardíacas. Se sugiere el consumo de dos a cuatro porciones de 150 g por semana.

Las frutas y verduras deben comerse durante toda la semana. Se ha encontrado estos alimentos pueden reducir el riesgo de enfermedad cardiaca y otras enfermedades crónicas. Se sugiere hasta 400 g por cada una. Un estudio anterior compartido por la Asociación Estadounidense del Corazón sugiere comer 2 porciones de fruta y 3 de verduras al día.

De nueces y otros frutos secos se recomienda un puñado al día de aproximadamente 30 g.

Queso, yogur y chocolate tienen efecto protector

chocolate
El cacao es rico en flavonoides que pueden ayudar a mejorar el flujo sanguíneo. Foto: Karolina Grabowska/Pexels

Las personas sanas pueden consumir productos lácteos enteros como los bajos en grasa ya que en cantidades moderadas y en una dieta equilibrada no se asocian con un mayor riesgo. Incluso, “Pequeñas cantidades de queso y el consumo regular de incluso están vinculados con un efecto protector debido al hecho de que están fermentados“, dijo Gabriele Riccardi de la Universidad de Nápoles Federico II.

Queso: tres porciones de 50 g por semana; yogur: consumo regular de 200 g por día.

Los beneficios de comer un poco de chocolate amargo superan el riesgo de aumento de peso. El cacao es rico en sustancias químicas vegetales llamadas flavonoides que favorecen la producción de óxido nítrico por lo que ayudan a relajar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo, lo que reduce la presión arterial, según explica la Fuente de Nutrición de Harvard. Se sugieren hasta 10 g de por día.

Los cereales refinados como el pan blanco y el arroz blanco deben reemplazarse con alimentos integrales como pan integral, arroz integral y cebada, así como alimentos con bajo índice glucémico como la tortilla de maíz.

El café y el té se asocian a un menor riesgo cardiovascular. Pueden consumirse hasta tres tazas diarias. Los refrescos deben reemplazarse con agua.

“No hay indicios de que algún alimento sea venenoso en términos de riesgo cardiovascular. Es una cuestión de cantidad y frecuencia de consumo… Debemos considerar las dietas en su conjunto y si reducimos la cantidad de un alimento, es importante elegir un sustituto saludable”, dijo Riccardi.

“Necesitamos redescubrir tradiciones culinarias como la dieta mediterránea que tiene deliciosas recetas a base de frijoles, cereales integrales, frutos secos, frutas y verduras”. señaló el investigador.

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