6 mentiras sobre la sal que debes dejar de creer
“La sal marina y la sal rosa del Himalaya son mejores que la sal de mesa”, “A los niños no les afecta la sal”; se dice mucho sobre la sal y hay al menos seis mitos que debes dejar de creer
La sal es un producto de alto consumo, se usa comúnmente para dar sabor a las comidas, como aglutinante, estabilizador y también para conservar los alimentos. La sal es la principal fuente de sodio en la dieta, los estadounidenses consumen demasiado sodio en un día. Ingerir demasiada puede afectar tu salud. Se habla mucho sobre la sal y hay varios mitos que debes dejar de creer.
1. La sal marina o sal del Himalaya es más saludable que la sal de mesa
La Organización Mundial de la Salud señala que la sal marina no es mejor que la sal de mesa simplemente porque es “natural”. Independientemente de la fuente de sal, es el sodio en la sal el que causa los malos resultados de salud.
El contenido de minerales que suele promocionarse en la sal marina del Himalaya está en muy pequeñas cantidades, no es suficiente para ofrecer un beneficio nutricional sustancial. Puedes obtener mayores cantidades en una variedad de frutas y verduras. Por otra parte, la sal marina puede contener metales pesados que se encuentran en el océano, como el plomo.
Sal rosa del Himalaya, sal marina, sal de roca, sal negra; todo sigue siendo sal. La OMS sugiere que la sal que se consuma sea yodada o “fortificada” con yodo.
2. Solo las personas mayores deben cuidar su consumo de sal
Comer demasiada sal puede elevar la presión arterial a cualquier edad. El alto consumo de sal también puede afectar la salud de los niños. Comer demasiado sodio favorece una presión arterial más alta en niños y adolescentes, y el efecto es aún mayor si tienen sobrepeso u obesidad. Además, a medida que los niños obtienen más sodio, tienden a comer más calorías.
3. Reducir el consumo de sal puede afectar la salud
Sí, el cuerpo humano requiere sodio, pero en una pequeña cantidad. La OMS afirma que es muy difícil comer muy poca sal porque hay muchos alimentos cotidianos que contienen sal.
La Escuela de Salud Pública de Harvard señala que necesitamos alrededor de 500 mg de sodio al día. Los estadounidenses consumen en promedio 3,400 mg de sodio en un día. Una cucharadita de sal equivale a 2,300 mg de sodio. La OMS considera que más de 2,000 mg de sodio es un consumo elevado. La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda a las personas presión arterial alta un límite ideal de no más de 1,500 mg de sodio.
4. Los alimentos con mucha sal saben salados
Muchos alimentos ricos en sal no necesariamente tienen un sabor salado porque a veces tienen otros ingredientes, como azúcares, que enmascaran el sabor. El pan es uno de los alimentos que aunque no pareciera puede tener un alto contenido en sodio.
5. Las personas que comen mucha sal no pueden cambiar su gusto
El gusto por los alimentos salados se aprende. Las papilas gustativas de las personas pueden acostumbrarse a consumir menos sal y a disfrutar del sabor natural de los alimentos. Usar hierbas y especias realza ese sabor natural de la comida.
6. Debes bebidas con sal después de hacer ejercicio
La sal sale del cuerpo a través de la orina y a través de la transpiración, pero eso no significa que debes consumir más cada vez que comienzas a sudar. “Se pierde poca sal a través del sudor, por lo que no hay necesidad de sal adicional incluso en un día caluroso y húmedo, aunque es importante beber un mucha agua”, señala la OMS.
El agua y una dieta saludable ayudan a reemplazar los nutrientes perdidos durante cualquier actividad.
Siempre revisa la el contenido de ingredientes de un producto alimenticio procesado. Reducir tu consumo de sal puede beneficiarte. Altas cantidades de sodio puede provocar hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. También puede provocar pérdidas de calcio y afectar la salud ósea.
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