Parásitos espirituales: qué son y cómo evitar que dañen tu vida

Si has sentido dolores de cabeza, ansiedad, ataques de pánico, depresión, mal humor o comportamientos autodestructivos como vicios, sin alguna razón lógica, es probable que tengas parásitos espirituales.

En el mundo real los parásitos son organismos que viven y se alimentan de otro ser vivo, pero en el plano astral, se alimentan de la energía negativa y viven en el campo energético o aura de una persona.

Estos entes negativos, también conocidos como larvas astrales, se crean a partir de vibraciones de baja frecuencia y provocan un desprendimiento entre el cuerpo físico y el alma.

“Son como capas que se crean (entre el alma y el cuerpo) que recubren la luz de tu alma y comienzas a desconectarte de tu verdadero ser, de tu alma” comentó la experta Rachel Itic en entrevista para el programa Sale el sol.

Explicó que cuando no vibras positivamente se crea esta negatividad que aparentemente te hace sentir bien, pero en realidad te alejan de quién eres realmente, por ejemplo, enojarse cuando quieres tener la razón o tener celos y alegarse cuando otra persona no obtiene lo que tu deseas.

“Te sientes vacío porque cada acción que haces genera luz, pero esa luz si no es en positivo no llega a mi alma” explicó la experta.

Cómo identificar la presencia de parásitos espirituales

Los síntomas físicos son emociones o pensamientos negativos, así como comportamientos autodestructivos. No obstante, hay veces que estamos tan “cegados” por estos parásitos que no logramos identificarlos.

Según WeMystic, un sencillo ritual puede ayudarte a saber si tienes estas larvas astrales. En un cuenco lleno de agua disuelve una pizca de sal marina y coloca un cuarzo cristal o blanco. Colócalo debajo de la cama por 7 noches seguidas y si notas que en el cuarzo o cuenco hay señales de cristalización, indica la presencia de parásitos espirituales.

¿Qué hacer si tienes parásitos espirituales?

El primer paso es identificar qué acciones están alimentando a estos parásitos como miedos, inseguridades, enojos o cualquier cosa que simbolice negatividad o no vibre con la luz.

Una vez que estén identificados, actuar positivamente para “romper” esas capas de baja frecuencia espiritual que nos impiden mantenernos conectados con nuestra alma.

Algunas acciones como mantener limpia la casa, pensar siempre en positivo o hacer un ritual de purificación del aura ayudan a evitar que estos parásitos sigan dañando nuestra vida.

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