Comida chatarra: las dietas que carecen de micronutrientes pueden contribuir a la irritabilidad y la ira explosiva
Los productos que dominan la dieta de los estadounidenses carecen de los micronutrientes que el cerebro necesita y cuya deficiencia promueve la irritabilidad, la ira explosiva y el estado de ánimo inestable
Este resultado se debe a que su hamburguesa contiene nada menos que 980 calorías, 55 gramos de grasa y 1.050 miligramos de sodio, Crédito: Brett Jordan | Pexels
Comer menos productos ultraprocesados y optar por una alimentación saludable podría reducir la irritabilidad, la ira explosiva y el estado de ánimo inestable. El cómo nos alimentamos es importante no solo para la salud física, prevenir la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. La nutrición también tiene un impacto en la salud del cerebro.
La evidencia científica demuestra que la ingesta de micronutrientes influye en la irritabilidad, la ira explosiva y el estado de ánimo inestable, señalan Bonnie Kaplan y Julia J Rucklidge, catedráticas e investigadoras en el campo de la nutrición y la salud mental, autoras del libro The Better Brain.
La comida que predomina en la dieta de los estadounidenses no favorece la salud mental
La dieta de niños y adultos estadounidenses está dominada por la comida ultraprocesada. Representa más del 60% de las calorías consumidas por los niños y más de 50% en los adultos. Por lo general, los productos ultraprocesados contienen pocos micronutrientes o no contienen.
Nuestro cerebro requiere al menos 30 micronutrientes para garantizar la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, así como para descomponer y eliminar los subproductos metabólicos, explican Kaplan y Rucklidge a través de The Conversation.
Los productos ultraprocesados incluyen refrescos, refrigerios envasados, galletas, cereales para el desayuno endulzados, fiambres, nuggets de pollo y alimentos listos para comer. Suelen contener grasas, sal, conservantes, estabilizadores, colorantes alimentarios, aromatizantes artificiales y cereales refinados.
Kaplan y Rucklidge señalan que una dieta saludable con alimentos integrales promueve una menor irritabilidad y rabia explosiva, incluso en ensayos con niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad y desregulación del estado de ánimo.
La irritabilidad y el estado de ánimo inestable a menudo caracterizan la depresión. Las investigadoras refieren múltiples estudios de países como Canadá, España, Japón y Australia han demostrado que las personas que consumen una dieta saludable tienen menos síntomas de depresión y ansiedad que las personas que consumen una dieta rica en productos ultraprocesados.
Las personas con depresión que tenían dietas pobres tienen mejoras significativas al cambiar a una dieta de alimentos integrales. En un estudio publicado en BMC Medicine en 2017, un tercio de las personas que cambiaron a una dieta de alimentos integrales además de su tratamiento regular encontraron que su depresión estaba en remisión después de 12 semanas.
La dieta al estilo mediterráneo se ha considerado un ejemplo de dieta saludable. Suele ser alta en cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos, legumbres, mariscos y grasas insaturadas como el aceite de oliva.
Expertos de la Universidad Rush y de la Escuela de Salud Pública de Harvard también han desarrollado dietas fáciles de seguir para prevenir el deterioro cognitivo y favorecer la salud cerebral, como la dieta MIND (una combinación de dieta mediterránea y DASH).
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