Autoridades de salud pública del Condado de Los Ángeles detuvieron el mandato universal para el uso de mascarillas en interiores
El descenso en los números de contagios diarios y hospitalizaciones a causa del COVID determinaron la decisión del Departamento de Salud Pública; el condado cumplió dos semanas en el nivel "alto" de transmisión comunitaria
El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles determinó este jueves no aplicar un nuevo mandato universal para el uso de mascarillas en espacios públicos en interior tomando como base una disminución en los números de contagios diarios y hospitalizaciones a causa del COVID.
La directora de salud pública, Barbara Ferrer, dijo que, ante la disminución en el número de casos de hospitalización, se tiene la esperanza de que la tasa de admisión en los próximos días se mantenga por debajo de 10 por cada 100,000 habitantes para que el condado regrese oficialmente al nivel “medio” de transmisión comunitaria por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“Como señalé la semana pasada, cualquier indicación de que el condado pronto pasaría al nivel de comunidad media sería una buena razón para no avanzar con el uso universal de máscaras en interiores”, declaró Ferrer en una reunión transmitida en vivo.
El Condado de Los Ángeles requiere actualmente el uso de cubrebocas en algunos espacios interiores, incluidos los centros de atención médica, en el transporte público, aeropuertos, cárceles y en los refugios para personas sin hogar.
El nuevo mandato habría ampliado el requisito a todos los espacios públicos en interior, incluidas las oficinas compartidas, instalaciones de fabricación, almacenes, tiendas minoristas, restaurantes y bares, teatros y en las escuelas.
La supervisora Kathryn Barger, quien el lunes se había manifestado en contra del ordenamiento, elogió la decisión de posponer el restablecimiento de la regla.
“Los mandatos que no se pueden hacer cumplir no funcionan“, dijo Barger en un comunicado publicado este jueves. “Debemos continuar organizando nuestros mandatos y recursos de manera efectiva en la lucha contra COVID-19”.
La supervisora Janice Hahn se unió a Barger para oponerse a un mandato, diciendo que temía que imponer tal regla sería negativo para el condado.
“Honestamente, creo que hay un número significativo de la población que no está dispuesta a aceptar los mandatos de mascarillas en este momento. Y muchos de ellos, los que me han contactado, señalaron que tenemos más herramientas ahora que al comienzo de la pandemia”, declaró Hahn.
Hace dos semanas, el Condado de Los Ángeles ingresó al nivel “alto” de transmisión comunitaria cuando la tasa diaria promedio de admisiones hospitalarias a causa del COVID rebasó el umbral de 10 por cada 100,000 residentes. Al 21 de julio, la tasa era de 11.7 admisiones por cada 100,000 habitantes.
A principios de esta semana, mientras los residentes esperaban la decisión, las ciudades de Beverly Hills, Pasadena, Long Beach y El Segundo anunciaron que no harían cumplir un mandato para el uso de cubrebocas en interiores si el condado lo implementaba.
Este miércoles, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo que los casos pueden haber disminuido, pero que apoyaría la decisión que tomaran los funcionarios de salud pública.
“Si dicen que esto es algo que debemos hacer durante un par de semanas para ayudar a que los niños vayan a la escuela, lo apoyaré; pero parece que puede haber llegado a su punto máximo en términos de la cantidad de casos. Si eso también sucede con las hospitalizaciones, es posible que no necesitemos pasar al enmascaramiento obligatorio“, expresó el alcalde.
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