Exclusiva

Daniel Rodríguez, el latino de The Isley Brothers, salió de Cuba y conquistó Hollywood

¡Se fue de Cuba a México y terminó viviendo en Los Ángeles! El percusionista de The Isley Brothers, Daniel Rodriguez, contó su historia de superación. Pasó de no tener instrumentos en Cuba a girar con una de las agrupaciones más importantes de la historia de la música

Daniel Rodríguez, percusionista cubano, en el soundcheck del concierto de The Isley Brothers en Detroit 2021.

Daniel Rodríguez, percusionista cubano, en el soundcheck del concierto de The Isley Brothers en Detroit 2021.  Crédito: Cortesía

En en entrevista exclusiva para La Opinión, Daniel Rodríguez, el percusionista latino que tiene la banda de Soul, Funky y Pop, The Isley Brothers habló de su transitar por la música y de cómo logró llegar a ser parte de una de las agrupaciones musicales con más vigencia en la industria. El cubano salió de Bayamo, hizo algunas paradas estratégicas, se radicó en Los Ángeles y finalmente conquistó Hollywood.

Los latinos están de moda y si no que lo diga el éxito de Bad Bunny, Karol G, Gustavo Dudamel, la deportista Diana Flores, el doctor René Sotelo y ya los consagrados Camila Cabello, Ana De Armas, Salma Hayek, Eugenio Derbez y Sofía Vergara. Pero esto también incluye otras ramas dentro de la industria de entretenimiento y la música, como los instrumentistas, directores y productores. Tal es el caso de Daniel Rodríguez, quien pertenece a The Isley Brothers.

Daniel nació y vivió su infancia en Cuba. Siempre le gustó la música pero su condición de niño humilde no le permitía tener instrumentos. “Estudiaba en las almohadas, como todo que no tiene instrumento… Ahí podía pasar horas dándole como loco”. Además llegó a confesar que hizo de todo para no seguir en la escuela: “No era buen estudiante, tampoco era el peor. También es cierto que comencé a sacar malas notas a propósito. Si no salía en el preuniversitario, mi papá me hubiese dicho: “Vete al campo…”

El mismo régimen imperante en Cuba hacía que fuese poco su contacto con el mundo exterior. Así lo hubiera tenido, seguramente no le hubiese importado. Al percusionista de The Isley Brothers sólo le interesaba la música desde muy pequeño.

“Yo me enfermé con la música. Yo decía que yo consumía 32 horas al día de la música para estar bien. Mi mamá me sacaba las baquetas debajo de la cama, de las almohadas, del baño…”, dice Daniel riendo. Al ver el talento extraordinario del mismo, lo siguiente que se ocurre preguntar es por sus estudios profesionales.

“Me comía los cassettes. Como no pase escuela, me tocó averiguarlo. Descubrir las cosas. A veces es fácil pero no sé hasta qué punto sea bueno. No me tocó a mí tener un profesor a la mano. Cuando te toca descubrirlo, lo ves diferente… De igual forma, la escuela de la calle no es más importante que la otra, ni vicerversa…” Daniel R.

En qué momento Rodríguez soñó con Hollywood

Daniel Rodríguez no había salido de Bayamo, por eso su sueño no era el exterior: “Yo soy guajiro… mi influencia era La Habana, no quería estar afuera… No sabía de eso. Yo quería ir a la capital…”. Así que para allá se embarcó después de tocar con agrupaciones infantiles y juveniles. Comenzó como suplente. Ahí se quedaba al pendiente de lo que hacían todos y se lo aprendía. Aprovechaba de agarrar esos instrumentos y practicaba mucho. En casa no habían.

Primero estuvo en Varadero y después se fue a La Habana ahí mismo en su natal Cuba. Comenzó a conocer a más personas, a relacionarse. Su talento era impresionante. Mismo que sólo ha seguido creciendo con los años. Sin embargo, la realidad de Daniel era que de la música, no se podía vivir tan fácil y menos en esa época en la isla. Así que Daniel, con esa suspicacia que lo caracteriza, también hizo otras cosas para vivir: vendía cigarros, llevaba turistas a destinos, grababa cintas de cassettes, etc.

Pera esa independencia lo llevó a cultivarse más en otros géneros: “Llegué a tocar todos los días, tocaba con gente urbana, hacía cosas con Dj’s. Me empecé a preocupar en convertirme en una persona versátil. Oriente tiene otra corriente musical. Esa corriente tiene Vallenato, Cumbia. A parte del Changüi, del Folklore, del Son Montuno….”, agregó.

Lo cierto es que a la capital llegaba más influencia de otros lados. Ahí comenzó a consumir música de todo tipo. Lo que escucha, se interesa y lo replicaba. “Si tienes pasión por lo que haces, siempre quieres aprender mucho más. A mí me gustaba navegar en todas las aguas… Si me gusta la Bachata… me sé todas las bachatas…”.

Por supuesto empezó a tocar con todo el mundo en Cuba. LLegó la oportunidad y salió a México. Ahí el crecimiento que vino fue mayor. Como él mismo cuenta, desde los estímulos hasta la comida. Daniel Rodríguez se fascinó con esos géneros que iba descubriendo más allá de la Timba Cubana y la Salsa. No paraba.

“Son tantas esas horas de estudio, de práctica, que cuando te sientes enfermo de la música, no te das cuenta”. En ese “no darse cuenta” llegó a los Estados Unidos. A Colorado, posteriormente a Los Ángeles.

Por qué Daniel destacó en Hollywood entre todos los demás.

Es muy raro hablar de uno mismo y no escucharse antipático, pero el cubano de The Isley Brothers lo tiene claro. “Pasión, la constancia y el amor por lo que haces es lo que puede diferenciar cualquier cosa. Me gusta la versatilidad… -Hoy te saco un video de batería. Otro tengo ejercicios de independencia. Parece sencillo, pero siempre hay algo en lo que me vuelvo curioso y ahí es. Soy de los que piensa: -Si le metes una hora y suena bien, imagínate si le metes más-…”.

México fue un gran paso para Daniel. Fue su primera vez como un verdadero inmigrante. No cualquiera, uno que salió de su país con el único objetivo de seguir consumiendo, conociendo y creando más sonidos.

A su Cuba siempre vuelve. Su familia, amigos de vida y musicales aún siguen ahí. No pierde el acento, tampoco sus costumbres y hasta su hijo nacido en Los Ángeles también va a la isla frecuentemente. Es de los latinos que no se aleja de sus raíces.

“Wow men. Aquí siempre hablamos de ti porque cuando salías tocándote el pecho como tambor, te dábamos por loco…”, comenta Daniel sobre lo que dice un amigo de la infancia en Cuba.

A penas pisó Hollywood, la conquista fue inmediata. Verlo tocando con quien sea es girar la cabeza y fijar los ojos en la percusión, en su batería. Es una máquina humana y tiene una independencia en las manos que es casi imposible de poner en práctica. Daniel Rodríguez también se enamoró de la diversidad de Los Ángeles. Fue amor a primera vista.

Ha tocado con Arturo Sandoval, La Charanga Habanera, Cecilia Noel, Camila Cabello, Collin Hay (Men At Work) y muchos más. También ha estado en escenarios importantes para galas en galas del Grammy Awards, Latin American Music Awards y Billboards Awards.

En medio de todo esto llega a The Isley Brothers. Como todo en la vida musical del cubano, nuevamente hubo una conexión con su estilo. De inmediato, una de las bandas afroamericanas más importantes de los Estados Unidos lo contrató.

En principio, a Daniel hasta le costaba comunicarse con ellos en inglés. Hoy, casi 4 años después, no sólo ha recorrido el país entero en los tours de la agrupación sino que han pasado a ser su familia. “Me preocupe por crecer más al estar al lado ellos. Los Isley una escuela de superación para mí. Cuando me llamaron tenía una alegría del cara**. ¡Por fin encontraba un grupo con el que compartir tantas ideas musicales! Si tienes pasión por lo que haces, siempre quieres aprender mucho más”.

Daniel ha estado en innumerables sesión de grabación de música para cine, televisión y streaming en Hollywood. Si quieren un sonido lleno de colores que sean casi imposibles de combinar, pero que sabes que suenan increíble, él es la persona a la que hay que llamar.

Además tiene muy claro el aporte que ha hecho: “He tratado de crear un puente entre la música latina y la música americana”. El lenguaje musical de Daniel, desde su base afrocubana, introduce un nuevo aire a la música pop afroamericana sin duda alguna. Llevando la famosa “Clave Cubana” a formatos donde nadie la había pensado o intentado antes: “En mí nunca estuvo, ni ha estado contar la clave. Sentirla, sí… Ahora es que lo pienso, he tratado siempre de sentir más”.

Daniel Rodríguez también está en proyectos independientes. Tiene una banda con otros amigos cubanos y latinos llamada “La Caliente”. Tiene algunos temas en los que canta en solitario, produce para otros músicos y sigue creando contenidos en las redes sociales y así lograr educar a las nuevas generaciones.

Se le puede conseguir siempre en cualquier bar, club y hasta los más exclusivos eventos privados de Los Ángeles tocando con distintas bandas y artistas. Así como en algún otro lugar como en el medio de un camping. Si hay instrumentos, él va a tocar.

La música le dio a Daniel Rodríguez una nueva oportunidad de vida, una forma de comunicación, una posibilidad de estudio y también de reconocimiento. Dejando así una huella como latino en la industria musical.

“Tengo mucho que agradecerle a la música. Gracias a ella vencí muchos obstáculos. Es mi lenguaje, mi lucha, mi superviviencia y mi orgullo”, Daniel R.

Sigue leyendo:
Karol G confesó lo intenso que fue trabajar con Shakira y revelan parte de su canción: “TQG”
Karol G estrenó tema con Romeo Santos: ‘X Si Volvemos’
Ivonne Galaz y Tania Domínguez son los nuevos rostros del regional mexicano urbano
Laureano Brizuela dice que ni a Bad Bunny, ni a Maluma los escucharán en el futuro
Cardi B hace historia y bate un nuevo récord
Chiquis Rivera y La Arrolladora Banda El Limón compiten por varios Premio Lo Nuestro
Anuncian álbum póstumo de Mac Miller
Marca Registrada llega con impresionante show al Toyota Arena de Ontario luego de ganar un Tik Tok Award
Luis R. Conriquez hará brillar el Crypto.com en Los Ángeles previo al Premio Lo Nuestro 2023

En esta nota

Cuba Exclusiva Los Ángeles música latina
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain