¿Las etiquetas electrónicas aumentarán tus gastos en el supermercado?
Los minoristas alegan que con las etiquetas electrónicas no se está aplicando precios dinámicos a los consumidores

Walmart anunció que para finales de este año espera cambiar en al menos 2,300 tiendas sus etiquetas de papel por electrónicas. Crédito: Shutterstock
Si bien, en un primer momento la transición de etiquetas convencionales colocadas por los empleados de los supermercados cuando se renuevan los productos en los anaqueles a etiquetas eléctricas ha mejorado la eficiencia y eliminado el desperdicio, también ha generado preocupación entre los consumidores sobre los posibles cambios de precios repentinos mientras estos hacen sus compras.
Aunque, la intención del minorista no es cobrar más a sus clientes, sí es cierto que, las etiquetas electrónicas ofrecen al minorista la opción de cambiar los precios a medida que la demanda de un producto se dispara, esto solo para beneficiarse de ello.

Esta variación de costo ha llevado a legisladores en varios estados del país a impulsar regulaciones. Al respecto, la vicepresidenta de estrategia industrial para comestibles en RELEX, Amanda Oren, comentó que “el ejemplo que he escuchado varias veces es poder subir el precio de los paraguas cuando llueve. Antes, sin etiquetas electrónicas ni precios dinámicos, era muy complejo de gestionar, mientras que ahora es cuestión de un clic. Eso sería una experiencia tan mala para el cliente que no hemos visto que sea un problema”, dijo.
Muchas cadenas minoristas han incluido esta tecnología en sus locales, Walmart, por ejemplo; anunció que para finales de este año espera cambiar en al menos 2,300 tiendas sus etiquetas de papel por electrónicas. Lo mismo está haciendo Kroger, Whole Foods y Albertsons quienes también están implementando este sistema, el cual ya es muy común en los supermercados de Europa.
Aunque Oren comentó que alrededor de esto se ha levantado “mucha alarma innecesaria”, indicando además que la gente debería estar preparada para ver lo positivo, y que, basándonos en la historia, no debería ser un problema.

Aun así, Rashida Tlaib, miembro de la Cámara de Representantes, advirtió a través de una carta a Kroger que el uso de las etiquetas electrónicas solo busca “facilitar la estafa a los consumidores durante emergencias”, dijo.
A esto hizo réplica senadores como Elizabeth Warren y Bob Casey quienes señalaron que “la adopción generalizada de etiquetas de precios digitales parece estar destinada a permitir que las grandes tiendas de comestibles presionen a los consumidores para aumentar las ganancias”.
Los minoristas han defendido su postura indicando que con las etiquetas electrónicas no se está aplicando los precios dinámicos y que las recientes preocupaciones regulatorias son infundadas.

En este sentido, tras un proyecto de ley impulsado por legisladores en al menos 24 estados para impedir precios dinámicos y algorítmicos, la Federación Nacional de Minoristas solicitó a un tribunal federal que bloqueara ley de Nueva York al mencionar que “la medida difamaría injustamente un sistema que ayuda a los comerciantes a ofrecer a los clientes precios más bajos y ofertas personalizadas”, dijo.
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