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Por esto tu carro no arranca aunque tenga las luces

Aunque parezca una avería grave, la mayoría de las veces es por causas comunes ligadas con la batería, el sistema de arranque o distintos bloqueos electrónicos

Baterías de estado sólido Toyota sorprende con este anuncio

2025 Toyota Crown. Crédito: Toyota. Crédito: Cortesía

Puede suceder en el peor momento: te subes al carro, giras la llave o presionas el botón de encendido, las luces del tablero se iluminan como siempre, pero el motor permanece completamente inmóvil. No hay ruido, no hay vibración y, sobre todo, no hay arranque.

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A primera vista, la situación puede generar tensión porque parece contradictoria: si el vehículo tiene energía, ¿por qué no inicia? Sin embargo, esta combinación es mucho más frecuente de lo que parece.

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Los sistemas eléctricos actuales están diseñados para consumir muy poca corriente en funciones básicas como iluminación, información del tablero o activación de la radio.

Esto significa que un carro puede encender luces sin dificultad, incluso cuando la batería está demasiado débil para hacer girar el motor. Y aunque este comportamiento desconcierta a muchos conductores, suele ser una pista clara para empezar a diagnosticar el origen del problema.

En la mayoría de casos, la causa está relacionada con la batería, las conexiones eléctricas, el motor de arranque o algún bloqueo de seguridad que el propio vehículo activa para evitar daños. Lo importante es seguir una secuencia lógica de revisiones antes de asumir lo peor o gastar dinero en soluciones que no corresponden.

General Motors prepara un cambio importante con sus baterías
General Motors prepara un cambio importante con sus baterías. Crédito: General Motors.
Crédito: Cortesía

1. La batería: pequeña carga, grandes problemas

Cuando un carro tiene luces, pero no arranca, la batería es casi siempre la primera sospechosa. No importa si el tablero se ve normal: para mover el motor de arranque se necesita mucha más fuerza de la que requieren las luces interiores o la radio.

Es posible que la batería conserve voltaje suficiente para activar las funciones básicas, pero no cuente con el amperaje de arranque en frío necesario para despertar el motor. También puede ocurrir que la energía no llegue completamente debido a conexiones dañadas, bornes sucios o cables flojos.

Antes de pensar en reemplazar nada, conviene abrir el cofre y hacer una inspección visual rápida:

  • Terminales sulfatados: esa capa blanca o azulada funciona como un aislante que limita seriamente el paso de corriente.
  • Cables flojos: si los bornes se mueven con facilidad, es casi seguro que la energía no está llegando correctamente.
  • Conexiones sucias: una limpieza ligera, si el conductor sabe cómo realizarla, puede mejorar temporalmente el contacto.

Si después de revisar y ajustar todo el vehículo sigue sin encender, es probable que la batería esté descargada o que haya perdido capacidad y necesite una prueba profesional.

2. Motor de arranque: cuando solo se escucha un “clic”

Otra señal muy común es escuchar un fuerte “clic” al intentar encender el carro, pero sin que el motor llegue a girar. Ese sonido suele indicar que el motor de arranque está recibiendo la señal eléctrica, pero no logra mover el mecanismo interno.

El problema puede deberse a que el solenoide funciona, pero el motor interno está desgastado, trabado o tiene carbones pegados. Es tan frecuente que algunos mecánicos aplican el famoso “golpe técnico”: un pequeño impacto con un martillo sobre el cuerpo del motor de arranque para liberarlo momentáneamente. Aunque esta maniobra puede ayudar a mover el carro hasta el taller, no es una solución real ni permanente.

3. El motor gira, pero nunca enciende: falta de gasolina o chispa

Hay ocasiones en las que el motor sí gira con fuerza, pero no llega a encender. En estos casos, la parte eléctrica suele estar bien, y la causa cambia hacia otro de los tres elementos esenciales para la combustión: aire, combustible o chispa.

El motor requiere:

  • Aire, mediante un sistema de admisión limpio.
  • Combustible, a la presión correcta mediante la bomba de gasolina.
  • Chispa, generada por las bujías y bobinas en el momento preciso.

Si la bomba de gasolina no realiza el zumbido habitual al poner la llave en posición “ON”, podría no estar presurizando el sistema. También fallan con frecuencia las bujías, las bobinas o sensores cruciales como el de cigüeñal. Cuando ese sensor no envía la información adecuada, la computadora bloquea el encendido para proteger el motor.

El Toyota bZ 2026, una gran opción en EE.UU.
El Toyota bZ 2026, una gran opción en EE.UU. Crédito: Toyota.
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4. Bloqueos electrónicos: inmovilizadores y alarmas

Los vehículos modernos incorporan sistemas avanzados de seguridad que pueden impedir el arranque incluso cuando todo parece estar bien. A veces, una alarma activada o un fallo en el inmovilizador basta para impedir que la computadora permita el paso de combustible o de la señal al arrancador.

Es importante estar atento a:

  • Una luz de seguridad en forma de llave o candado que parpadea.
  • Mensajes en la pantalla como “llave no detectada”.
  • Motores que giran sin que la computadora permita la inyección.

En muchos casos, probar con la llave de repuesto es suficiente para descartar un problema de programación o comunicación entre el chip y el vehículo.

5. La palanca de cambios: una causa simple, pero frecuente

Aunque suene básico, un carro automático no arrancará si la palanca no está en P o N. El interruptor de seguridad Neutral Safety Switch evita accidentes bloqueando el arranque cuando detecta una marcha activa.

Una simple maniobra puede resolver la situación:

  • Pisar el freno con fuerza.
  • Mover la palanca por todas las posiciones.
  • Volver a colocarla firmemente en P o N.

Sorprendentemente, este ajuste evita muchas visitas innecesarias al taller.

Mantenimiento: la mejor defensa contra futuros fallos

En la mayoría de los casos, antes de que el carro deje de arrancar, ofrece señales claras: arranques lentos, luces que bajan de intensidad, ruidos extraños en la bomba de gasolina o fallos intermitentes. Atender estos síntomas a tiempo reduce significativamente la posibilidad de quedarse varado.

Programar revisiones de la batería, el motor de arranque, el sistema de carga y el suministro de combustible ayuda a evitar emergencias. Además, entender estos fallos permite explicar mejor el problema al mecánico y tomar decisiones más informadas sobre reparaciones y reemplazos.

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