Luchadores mexicanos confeccionan mascarillas para sobrevivir y ganar la batalla al COVID-19
Estos héroes llevan la lucha libre en las venas y ahora combaten al coronavirus
La pasión por la lucha libre ha sido clave en el éxito del negocio de José Isaías Huerta, el “Gato Gris”. Crédito: Hector Vivas | Getty Images
Un grupo de luchadores mexicanos están dando una de sus batallas más insólitas, desarrollar máscaras que cubran la nariz y la boca para protegerse del nuevo coronavirus.
El Gato Gris, Puebla
José Isaías Huerta, un exluchador de 53 años conocido como “El Gato Gris”, está confeccionando 30 mascarillas por día reinventando las emblemáticas máscaras de luchadores para transformarlas en cubrebocas que ofrece a $50 pesos (cerca de $2 dólares) para hacer frente a la emergencia sanitaria.
Cuando dejó de combatir de manera profesional, Huerta comenzó a confeccionar, junto con su hermana, máscaras de luchadores profesionales que se venden en las puertas de las arenas de lucha libre de todo México.
En abril las funciones de lucha libre fueron suspendidas, pero surgió una idea para salir del bache económico.
El anuncio de una radio en la ciudad de Puebla, despertó la curiosidad por los cubrebocas y los pedidos llegaron desde la Ciudad de México o Monterrey.
El pequeño taller está lleno de telas de multicolores donde un equipo de seis personas, entre familiares y amigos, confeccionan las mascarillas.
“Cuando los niños se ponen los cubrebocas de los luchadores se sienten superhéroes”, dice Huerta.
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Hijo del Soberano, Torreón
“El Hijo del Soberano”, que hasta el mes pasado se ganaba la vida como luchador, se vestía cuatro noches a la semana con su máscara, mallas de lycra color verde y dorado hasta que la pandemia llegó a la ciudad de Torreón, Coahuila, y la función terminó.
El luchador y su esposa se han dedicado a confeccionar los trajes y máscaras que usan los luchadores, algunos coleccionistas les han pagado hasta $200 dólares por tener algunos de sus diseños.
Cuando a la familia se le terminó el dinero y las facturas del mes se acumularon, su esposa le sugirió que usaran sus máquinas de coser para fabricar mascarillas de estilo quirúrgico para protegerse del nuevo virus.
Al principio, el Hijo del Soberano se negó, pero con las cuentas por pagar y la falta de comida su esposa realizó modificaciones a las máscaras y las convirtió en cubrebocas.
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Hay mascarillas con motivos de El Santo, de Blue Demond y claro, de El Hijo del Soberano con detalles verdes y dorados.
Las mascarillas se han puesto a la venta en su sitio en Facebook y son ofrecidas en $150 pesos (unos $6 dólares).
En una entrevista realizada por la NPR Hijo del Soberano aseguró que por ahora “ya no están sufriendo por falta de dinero, solo necesitamos más manos para poder confeccionar más mascarillas”.
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