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Cuánto está costando el cierre de gobierno a la economía cada semana

Cada semana de cierre federal en EE.UU. representa pérdidas multimillonarias que golpean a trabajadores, negocios, viajeros y al crecimiento económico del país

Costo del cierre de gobierno

El costo del cierre de gobierno genera miles de millones de dólares en pérdidas económicas al país cada semana. Crédito: Shutterstock

Un cierre de gobierno en Estados Unidos no solo deja oficinas vacías y trabajadores sin salario. También provoca retrasos, caos en los aeropuertos y cancelaciones de vuelos debido a la escasez de controladores aéreos, lo que interrumpe la movilidad del país. Esta crisis impacta directamente al turismo, al comercio y a millones de familias que dependen de la estabilidad del sector público. Todo esto tiene un costo enorme para la economía nacional, que se calcula en miles de millones de dólares cada semana.

De acuerdo con el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, el cierre gubernamental está provocando una pérdida aproximada de $15,000 millones de dólares por semana. Otros cálculos sitúan el rango entre $7,000 y $16,000 millones de dólares, dependiendo de la duración de la parálisis y del número de agencias afectadas.

“Incluso si el gobierno reabre en las próximas semanas, habrá una pérdida visible y permanente de actividad económica como resultado del cierre“, aseguró el economista Greg Daco, de la firma EY-Parthenon, a CBS Money Watch.

Uno de los sectores más golpeados es el turismo. La Administración Federal de Aviación (FAA) se ha visto obligada a reducir miles de vuelos por la falta de personal y recursos operativos. Según Erik Hansen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, las pérdidas ya superan los $5,000 millones de dólares en gasto turístico.

“El momento no podría ser peor, justo semanas antes del periodo de viajes más activo del año”, declaró Hansen.

Más de 1.4 millones de empleados públicos están sintiendo el golpe. Según el Centro de Políticas Bipartidistas, 670,000 están suspendidos y 730,000 trabajan sin recibir pago. Muchos han tenido que recurrir a ahorros, préstamos o empleos temporales para cubrir gastos básicos. Aunque recibirán su salario retroactivo, el economista Mark Zandi, de Moody’s Analytics, advierte que muchos reducirán su consumo, generando un efecto en cadena sobre el resto de la economía.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) calcula que, si la parálisis se prolonga hasta el Día de Acción de Gracias, la reducción de horas trabajadas por empleados federales podría restar $14,000 millones de dólares al producto interno bruto (PIB).

Más de 40 millones de estadounidenses inscritos en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) han visto interrumpidos temporalmente sus beneficios alimentarios. Esto ha reducido el gasto en productos básicos y ha aumentado la presión sobre las familias de bajos ingresos.

“Hay todo tipo de fondos que no se están pagando, y eso impacta la capacidad y disposición de estos hogares para gastar”, explicó Zandi.

Las pequeñas empresas también resienten el cierre. La Administración de Pequeños Negocios (SBA) no puede distribuir los $170 millones de dólares diarios en préstamos federales que normalmente otorga, lo que ya suma más de $4,500 millones de dólares perdidos para 8,300 negocios en todo el país.

Los contratistas federales enfrentan una situación crítica. La economista Grace Zwemmer, de Oxford Economics, estima que cada semana están en riesgo $800 millones de dólares en contratos suspendidos. Esto afecta a unos 5.2 millones de trabajadores en el sector privado y podría provocar despidos o recortes salariales, sobre todo en empresas pequeñas que dependen de contratos con el gobierno.

A nivel macroeconómico, la CBO prevé que el cierre reduzca el crecimiento del PIB estadounidense entre 1 y 2 puntos porcentuales en el último trimestre del año.

Aunque parte de la pérdida se recuperará cuando las agencias vuelvan a operar, se espera un daño permanente de entre $7,000 y $14,000 millones de dólares.

El costo de un cierre de gobierno va más allá de las cifras. Cada día sin acuerdo político representa vuelos cancelados, negocios paralizados y familias sin ingresos. La economía estadounidense no solo pierde dinero, sino también confianza y estabilidad, dos recursos que no se pueden recuperar con facilidad.

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